Recaudación de la tasa británica
La tasa bancaria inglesa puede recaudar más de lo anunciado. El Gobierno predice que el nuevo impuesto, que se enfoca a los pasivos a corto plazo, aportaría 2.500 millones de libras anuales desde 2014. Pero si se aplica además a los bancos extranjeros, podría aportar incluso más.
RBS, Lloyds, Barclays, HSBC y Standard Chartered acumularon 5,8 billones de libras en sus balances a finales de 2009. Exceptuando derivados, capital Tier 1, depósitos asegurados, repos con bancos centrales y pasivos asegurados quedarían 3,1 billones de base imponible.
De éstos, 2,6 billones de libras son fondos a corto plazo y podrían gravarse anualmente un 0,07%. A lo que se añadiría 534.000 millones del largo plazo a un tipo del 0,035%. Sólo los cinco grandes pagarían 2.020 millones de libras, y el sector en su conjunto podría alcanzar los 3.900 millones.
Cierto que no todos los bancos pasarían el umbral de 20.000 millones de libras a partir del cual deberán tributar. Además, el impuesto pretende cambiar la actitud del sector, lo que supondría que el impuesto dejaría de recaudar 200 millones al año por la transformación de pasivos de corto a largo plazo.
Si EE UU, Alemania y Francia adoptan impuestos similares, lo lógico es que no se recaude de las entidades de esos países para evitar la doble imposición. Y es posible que bancos no británicos desvíen operaciones hacia países como Suiza o Singapur, donde no habrá impuesto.
Pero una previsión de la recaudación derivada de impuestos sobre la banca no siempre se cumple. Cuando se introdujo la tasa sobre los bonus bancarios, el Gobierno calculó que se obtendrían 600 millones de libras. Pero podría ser cuatro veces superior. La coalición quizá espere una nueva sorpresa tan grata.
Por George Hay