Ordóñez exige que esté cerrada antes de verano
Pide mayor moderación salarial en las empresas
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, exigió ayer que la reforma laboral esté finalizada antes del verano. "La reestructuración del sistema financiero, junto con el ajuste presupuestario, la reforma de las pensiones y del mercado de trabajo forman el paquete de reformas más urgentes para recuperar la confianza en la economía española y por ello deberían estar completadas antes del verano", subrayó en su tradicional discurso durante la presentación del informe anual del banco emisor.
Con este mensaje, el gobernador quiso advertir a partidos políticos, sindicatos y empresas sobre los riesgos que conllevaría un retraso de la reforma laboral. Esta entró en vigor ayer, pero su aprobación definitiva podría aplazarse hasta septiembre u octubre si el Congreso la convalida el día 22 como proyecto de ley e inicia su tramitación parlamentaria para incluir modificaciones al texto. "Este es un momento que requiere un ejercicio de extrema responsabilidad por parte de todos, con la consiguiente asunción de costes y sacrificios", dijo.
Y lo primero que debería incluir, a su juicio, es una transformación profunda del sistema de negociación colectiva. "Las deficiencias del mercado laboral han hecho que el ajuste haya recaído de forma desproporcionada sobre el empleo, como consecuencia del predominio de la negociación colectiva a nivel sectorial o territorial que, lógicamente, no se adecua suficientemente al distinto entorno al que se enfrentan las empresas", señaló en su discurso, en clara referencia a los aumentos salariales pactados por convenio en 2009, que registraron un aumento medio del 2,4%, tres veces más que el alza del IPC. No obstante, el gobernador alabó durante su intervención el pacto de moderación salarial firmado entre sindicatos y empresarios para los tres próximos años. "El acuerdo firmado está contribuyendo a una moderación salarial más intensa en este ejercicio, con un incremento salarial del 1,3%, que se acerca al 1% en los convenios de nueva firma", recalcó Fernández Ordóñez, quién, sin embargo, exigió aun más ambición a raíz de la reducción media del 5% aprobada para los 2,7 millones de funcionarios. "El significativo recorte de los empleados públicos deberá reflejarse en un mayor grado de moderación de los incrementos de la remuneración que se acuerden en el ámbito de la negociación colectiva en el sector privado", apuntó.
El gobernador también resaltó la necesidad de acometer reformas para revertir el alza de la tasa de paro, que superó el 20% de la población activa en el primer trimestre. "La incidencia relativa del desempleo de larga duración afecta ya casi a 1,8 millones de personas, siendo previsibles nuevos aumentos en los próximos trimestres", avisó.
Respecto al saneamiento de las finanzas públicas, Fernández Ordóñez valoró de forma positiva las nuevas medidas adoptadas, pero consideró imprescindible que los objetivos se cumplan. "Cualquier desviación sobre lo previsto puede tener graves consecuencias sobre la credibilidad de la consolidación fiscal", advirtió.