Bruselas desea limitar o prohibir las ventas en corto en casos de emergencia
Los supervisores de mercado de los Veintisiete podrán limitar o prohibir las ventas al descubierto de acciones y seguros contra el impago de deuda (CDS) en situaciones de emergencia marcadas por una extrema volatilidad en los mercados, según una propuesta que la Comisión Europea abrió hoy a consulta pública.
Las autoridades nacionales deberán "justificar claramente por qué toman esta medida, que tendrá que estar limitada en el tiempo y sujeta a varios procesos y a la coordinación de ESMA (la futura autoridad europea de supervisión de los mercados)", según un texto de la CE, que añade que la cooperación intergubernamental es "esencial" debido a la facilidad de contagio entre países.
Los CDS y las ventas al descubierto (caracterizadas por vender valores que no se poseen todavía, para forzar su depreciación y poder comprarlos después a menor precio) son altamente especulativos y han sido señalados como responsables del agravamiento de la crisis de la zona euro, al provocar un encarecimiento injustificado de la financiación de algunos estados.
Las partes interesadas en enviar sus comentarios al Ejecutivo comunitario podrán hacerlo hasta el diez de julio, para que sean tenidos en cuenta en la propuesta de legislación que Bruselas publicará en la primera quincena de septiembre.
Aunque la Comisión Europea aseguró hoy que el proceso de definición de la nueva legislación se encuentra en la "fase final", parece claro que no va a poder cumplir la petición efectuada la semana pasada por Francia y Alemania, para contar con una propuesta antes del próximo encuentro de ministros europeos de Finanzas, programado para el 13 de julio.
Alemania, por su parte, ya prohibió recientemente las ventas al descubierto de ciertos instrumentos financieros como los CDS's, los bonos europeos y las acciones de algunas entidades, lo que motivó llamamientos a la coordinación en el seno de la UE por parte de algunos socios.
Precisamente, uno de los objetivos de la legislación que prepara la Comisión es evitar los potenciales efectos negativos de una "acción fragmentada" en la UE, que podría limitar la efectividad de las medidas, provocar fugas de capitales en busca de regulaciones más flexibles y crear costes adicionales.
Por otro lado, el Ejecutivo comunitario lanzó hoy otra consulta pública sobre la futura legislación de productos financieros derivados, que también pretende tener lista a finales del verano.
Los derivados son instrumentos financieros cuyo valor está asociado a otro activo (como la cotización de un título, bono o materia prima) o a variables de los mercados (tipos de interés, de cambio o índices bursátiles) y entre los más conocidos están los futuros, las opciones y los "swaps".
En la reciente crisis financiera, adquirieron cierto protagonismo, al contribuir a la diseminación de los riesgos, por lo que el G20 se comprometió a introducir mayor transparencia sobre su negociación, que no sólo tiene lugar en los mercados regulados.
La mayor parte de las consultas de la CE sobre esta legislación tienen que ver con las cámaras de compensación centralizadas (CCP según sus siglas en inglés), unas entidades intermediadoras que pretende introducir la CE para garantizar mayor transparencia.