Inditex recoge el fruto de su apuesta

El primer trimestre contable de Inditex, desde marzo a mayo, revela que la crisis es menos fiera de lo que la pintan si una empresa está adecuadamente internacionalizada y mantiene un ritmo de crecimiento continuo, pero respetuoso con la capacidad de financiación propia. Aunque sería de gran valor que la empresa gallega detallara más el comportamiento del negocio en cada uno de los territorios en los que opera, es innegable que la expansión hacia los mercados emergentes del planeta, fundamentalmente Asia, ha equilibrado sus ventas de forma ejemplar y supone una especie de blindaje ante situaciones de crisis asimétricas. Inditex ha demostrado que a problemas globales se responde con propuestas globales.

Esta estrategia, junto con un modelo de negocio de adecuada y activa fabricación y rotación de sus manufacturas, permite mantener unos ritmos de inversión continuos sin riesgos en la financiación que la convierten en una sociedad a imitar. Y en este momento de dudas generalizadas sobre la economía española en el mundo, proyecta una imagen de fortaleza y buen hacer determinante. Mucho más real y valiosa que cualquiera de las percepciones distorsionadas e interesadas que fabrican muchos líderes de los negocios en el mundo sin conocimiento de causa.