El G20 pide acelerar la consolidación fiscal y avala las medidas de reducción del déficit
La reunión del G20 en Busan (Corea del Sur) se ha saldado este fin de semana con un llamamiento en favor de la consolidación fiscal y la sostenibilidad de las finanzas públicas, pero sin ningún pacto sobre la imposición de una tasa para que los bancos respondan de los pasados rescates financieros y constituyan un colchón para futuras situaciones similares.
Pese a que en fechas anteriores al encuentro en Corea se especuló con la posibilidad de establecer este gravamen bancario, el comunicado oficial del encuentro tan sólo apremia a que la banca haga "una contribución justa y sustancial dirigida al pago de la carga asociada a las intervenciones de los gobiernos".
Los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G20 (que agrupa a los países más industrializados, así como a los emergentes y a la UE) sí que recalcaron la necesidad de mantener "unas finanzas públicas sostenibles", que se deben combinar con "medidas creíbles que favorezcan el crecimiento".
Los responsables de finanzas del G20 coincidieron en que los ajustes deben hacerse "a la medida las circunstancias nacionales". Además, apuntan que "los países con serios desafíos fiscales necesitan acelerar el camino hacia su consolidación".
En el mismo comunicado, el G20 también "da la bienvenida a los recientes anuncios por parte de determinados países de reducir sus déficits en 2010 y fortalecer sus marcos fiscales".
La ministra española de Economía, Elena Salgado -que representó a la presidencia de turno de la UE- se mostró favorable a una "rápida" consolidación fiscal en Europa, pero sin excederse en la "frenada" y acompañada de reformas estructurales que potencien el crecimiento.
Por su parte, el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, aseguró tras la reunión que realizar una consolidación fiscal rápida "al principio tendrá un efecto negativo, pero a medio plazo es positiva para el crecimiento".