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Carlos Losasda. Director General de ESADE

"Tenemos que apostar por una formación responsable"

Ha pilotado durante la última década Esade y ha contribuido a la internacionalización de una de las tres mejores escuelas de negocios españolas, según distintos estudios. Hoy ya factura un total de 75 millones de euros.

Es una voz autorizada en el campo de la formación empresarial. La experiencia avala a Carlos Losada, nacido en Logroño hace 52 años, es doctor en Administración y Dirección de Empresas por la escuela de la que es director, cargo que abandonará en septiembre y del que se hará cargo Eugenia Bieto. El siguiente año se lo tomará sabático, quiere seguir formándose y planea viajar a Estados Unidos, India y Canadá.

Usted sostiene que es necesario una educación en negocios responsable, ¿debe ser el objetivo de las escuelas de negocios hoy día?

Nos debemos preguntar hasta qué punto las escuelas de negocios son reproductoras de las prácticas de gestión actuales o bien son introductoras de mejoras constantes. Si sólo reproducimos las prácticas que ya existen no cumplimos con la función social que tenemos y seríamos bastante irrelevantes, lo que tenemos es que plantear propuestas alternativas. Tenemos que apostar por una formación responsable.

¿A la vista de lo que está ocurriendo, podríamos decir que la clase empresarial y ejecutiva ha sido poco responsable?

Tenemos que ser capaces de diferenciar y distinguir porque de noche todos los gatos son pardos, pero si alumbramos con una linterna resulta que hay mucho colores. No se puede generalizar, como tampoco decir que ahora hay que dar clases de ética y de responsabilidad social corporativa, llegaría a ser cínico. No podemos decir en clase de finanzas que todo vale y que luego en otra clase te expliquen lo que es la responsabilidad social corporativa.

Es ridículo. Hay que tener coherencia en el mensaje global, pero todo debe estar impregnado en las mismas prácticas de la institución. Me refiero a todo tipo de empresas, pero también al marketing de los programas de MBA o de cualquier otro curso. Los valores que se declaran en la comercialización, en los procesos de venta, deben ser el primer punto de coherencia. Las prácticas de las escuelas de negocios deben ser manifiestamente mejorables.

¿Por ejemplo, con el método del caso, sobre el que hay un debate abierto sobre su idoneidad como herramienta formativa?

Soy crítico con el caso. Hice la tesis doctoral sobre el trabajo directivo y la función directiva, y por ello soy crítico. El caso refleja una situación, que ofrece información sobre una compañía, la estudias durante 45 minutos, haces cálculos, la analizas en una reunión con otros colegas de tu grupo, vas a clase donde se debate con el resto de los compañeros, el profesor te guía durante la sesión.

La realidad es muy distinta a este proceso, todo eso no ocurre en el día a día de un directivo. ¿Cuántos jefes tienen la posibilidad de tomar una decisión en 45 minutos? Las unidades de tiempo son reducidas. El 60% de las decisiones se toman en menos de seis minutos, no hay tiempo para elaborar un criterio, pero además hay que decidir en entornos no siempre placenteros, de amenaza, donde el riesgo es alto. Henry Mintzberg se refiere al profesor canadiense reconocido por sus escritos sobre gestión y negocios ya decía hace 25 años que si sólo se utiliza el método del caso no salen directivos formados sino enterados en el caso.

¿Pero la mayoría de las escuelas lo utilizan como herramienta formativa?

Unas más y otras menos. En Esade utilizamos el método del caso pero también empleamos el juego de papeles directivos. Cuando tienes una buena teoría también tienes que ofrecerla, hacer debates. Otro riesgo del método del caso es que no se puede extrapolar a otros contextos. Se analiza una situación en un momento determinado pero no se puede descontextualizar porque no sirve para otros contextos. La dirección por objetivos, por ejemplo, es buena pero hay que darle dos vueltas, y sobre todo en época de crisis no todo vale.

¿Cuál es el papel que deben desempeñar las escuelas de negocios?

Debería ser transformar la cultura empresarial, contribuir a mejorar constantemente. Si esto no es así, estamos tocando el violón con cuatro manos. Hemos contribuido a que la clase empresarial y ejecutiva sea mejor y debemos seguir haciéndolo. Tenemos que saber revisar de manera inteligente y profunda los elementos políticos, económicos y financieros, llegar al fondo, elaborar modelos conceptuales y técnicas de gestión.

A juzgar por lo que está sucediendo en el mundo económico y empresarial, ¿se han hecho las cosas bien?

Hay muchas empresas que lo hacen bien, y no sólo tenemos que juzgar los excesos de la banca de inversión. Yo tengo admiración por los antiguos alumnos que están luchando por sacar sus empresas adelante, son los que hacen país. El problema de la sociedad es que evalúa de manera global. Según una encuesta reciente, la sociedad dice que necesitamos al empresariado pero, por otro lado, no se fían de los empresarios.

Hay una corriente en Estados Unidos que está a favor del juramento hipocrático en la clase ejecutiva...

Eso depende de la sociedad en la que se implante. En la cultura anglosajona, el juramento hipocrático es algo serio; sin embargo, en la cultura latina no tiene el mismo peso. Es un instrumento que ha de ser coherente porque de nada sirve que sólo se utilice a final de curso, eso es un acto de cinismo. Debe ser coherente con toda la enseñanza recibida.

¿Las escuelas deben cuidar más los procesos de selección de los candidatos a estudiar un curso de posgrado?

En el proceso de selección también debe reflejarse el nivel de responsabilidad de una escuela, hay que tener en cuenta qué es lo que se mide y qué se valora en los candidatos. El GMAT sistema de evaluación que emplean las escuelas de negocios es algo positivo pero no debe ser el único factor a analizar, como por ejemplo el valor del espíritu emprendedor, y deberíamos potenciarlo como mérito. ¿Sólo queremos gente capaz de superar unos estudios, o queremos gente responsable, que sepa trabajar en equipo o su capacidad de servicio? æpermil;stas y otras características deberían estar incluidas en el proceso selectivo. La selección de los candidatos es muy cara.

¿Por qué?

Porque para reclutar a alumnos de MBA tenemos que visitar más de 40 ciudades en todo el mundo, desde Shanghai, Tokio, Nueva Delhi, Dubai, Berlín, Londres, París, Roma, Chicago, Nueva York. Vamos de road show para reclutar a los mejores. Las entrevistas y los procesos de selección son largos y costosos.

¿Qué recomendación hace para afrontar el difícil momento económico que se vive en España?

Mucha pedagogía y currar mucho. En 2005 y 2006, en Esade ya se comentaba la necesidad de una reforma laboral. Los temas a abordar ahora mismo son el déficit fiscal, la reforma de las instituciones financieras y del mercado laboral. A largo plazo hay que volcarse en el sistema educativo, especialmente en la formación universitaria, en la I+D, en los cursos de doctorado.

Los emprendedores se quejan de las trabas burocráticas para montar una empresa en España?

Es necesario una reforma del sistema de creación de empresas, como también urge una agilización de toda la tramitación e decisiones judiciales. Creo que la mayoría de la Administración pública no está politizada pero es lenta y hace daño al tejido productivo. Hay que agilizar el proceso de creación de empresas y cambiar el mercado laboral para que permita el mantenimiento de la empresa. Hay que hacer ajustes.

Desde su posición está en permanente contacto con la realidad empresarial, ¿cómo se está afrontando la coyuntura económica?

Creo que ahora tienen un gran compromiso con la tarea que tienen encomendada, están luchando como bárbaros para seguir adelante con sus empresas. Es admirable ese afán por superar la adversidad. También es verdad que no todo el mundo lo está pasando igual. Tenemos que distinguir entre las empresas que están sólo en el mercado nacional y lo están pasando realmente mal, y aquellas que están en mercados internacionales y tienen el riesgo más repartido. Luego, también depende del nivel de endeudamiento, el apalancamiento que tengan las empresas. Sin duda, aquellos que han afrontado la internacionalización de sus negocios lo están pasando mejor que los que no.

Entonces, ¿su consejo a los empresarios sería que apuesten por la internacionalización, independientemente de su tamaño?

Totalmente, y añadiría también la innovación pero todo esto tiene una rentabilidad a largo plazo. El proceso de internacionalización es lento, entrar en un mercado desconocido no es fácil porque no se sabe nunca cómo va a salir la operación. En Esade acompañamos a las empresas que deseen salir fuera porque no es sencillo, y muchas veces el empresario se siente perdido. Aconsejo no apostar únicamente por el mercado nacional.

La política de precios es un tema prioritario

La política de investigación es un tema prioritario en la definición de la responsabilidad de una escuela de negocios. Una primera opción, reflexiona en un texto Carlos Losada, es propiciar la libertad de investigación en la que el profesor se interesa por aquello que desde su libertad de cátedra considera interesante. En este sentido, una escuela de negocios ha de plantearse como una institución que intenta transformar la realidad social de acuerdo con su razón de ser.Otro capítulo importante en la responsabilidad es la política de precios y de becas. "Si hay una apuesta cierta y clara por el modelo social abierto, libre y competitivo y donde todo el mundo puede aportar lo mejor que tiene, esto debe reflejarse en la política de precios y becas". Y si las 50 o 100 mejores escuelas de negocios del mundo aplicaran una formación responsable sería un gran avance.

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