Iberdrola hace un quiebro a ACS al impugnar las cuentas aprobadas en la junta
Cuando estaba previsto que ACS pleiteara contra la junta de Iberdrola, que frenó su entrada en el consejo, la eléctrica ha tomado la delantera impugnando por sorpresa la de la constructora. El motivo es que, según la eléctrica, las cuentas aprobadas en esa junta, a la que acudió tras adquirir algunas acciones, no reflejan la situación patrimonial y financiera de una sociedad que, a su vez, quiere "el control" de Iberdrola.
Iberdrola realizó ayer una envolvente a ACS, su principal accionista, con un 12% del capital, al que impidió en su junta de marzo acceder al consejo de administración con la expulsión automática del consejero que nombró la constructora, José María Loizaga. Así, cuando se esperaba que ACS presentara la impugnación anunciada contra los acuerdos relativos al cese de su consejero, Iberdrola, que ayer desveló la posesión de 20.000 acciones de la constructora (un 0,0064% del capital), se ha adelantado impugnando las cuentas anuales que la compañía que preside Florentino Pérez aprobó en la junta celebrada en Madrid el pasado 15 de abril.
Precisamente, al también presidente del Real Madrid le sorprendió la noticia en plena junta del club en la que se acordó el relevo de su entrenador, Manuel Pellegrini, por José Mourinho. La impugnación fue presentada el martes por Iberdrola en el decanato de los juzgados de la Plaza de Castilla de Madrid, que la remitirá al juzgado de lo mercantil de la capital que le corresponda en suerte.
De momento, Iberdrola, que ha contratado los servicios del despacho de Matías y Luis Cortés, se ha limitado a comunicar que la impugnación afecta "a los acuerdos relativos a la aprobación de las cuentas anuales e informes de gestión correspondientes a 2009; a la aplicación de los resultados y a la aprobación de la gestión del consejo de administración durante ese ejercicio".
En otras palabras, según un portavoz de la eléctrica, "las cuentas no reflejan una imagen fiel del patrimonio de la compañía y de su situación financiera y queremos que los accionistas de Iberdrola conozcan la situación financiera de quien quiere ejercer una influencia y un control sobre la compañía". Según Iberdrola, las acciones que tiene de ACS las compró hace varios meses con la intención de acudir a la junta de abril, en la que votó en contra y advirtió ya al notario que se reservaba el derecho "expreso" de una impugnación judicial. La eléctrica no dará a conocer el contenido de la demanda hasta que no la tenga el juez en sus manos y vuelve a insistir en que cualquier intento de toma de control se realice mediante una opa.
Fuentes próximas a la misma aseguran, no obstante, que el objetivo último de la impugnación es evitar que ACS "pueda sumar a su beneficio el que le correspondería por la participación que tiene en Iberdrola". La denominada consolidación por puesta en equivalencia, que la constructora lograría si demuestra que ejerce un cierto control en la eléctrica: o con un consejero dominical o superando el 20% del capital, tal como también ha anunciado. El portavoz de Iberdrola recuerda que "ACS nos lleva amenazando con los tribunales desde hace dos años", en tanto que la eléctrica "hace y no dice".
Oficialmente, el grupo constructor aseguró que está esperando a conocer el contenido de la demanda para "dar una respuesta adecuada". Pero fuentes cercanas señalaron que ya sabían que Iberdrola había acudido a la junta como accionista y sospechaban que si la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán había adquirido títulos era con "alguna intención de retorsión o extorsión, como así ha sido".
A primera vista, añaden, esta impugnación no parece que pueda tener mucha trascendencia, "pues las cuentas de ACS están auditadas por Deloitte y comunicadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores". Recuerdan que el objeto social de Iberdrola no es la construcción, por lo que les sorprende la compra de acciones. El año pasado ACS obtuvo un beneficio de 1.980,50 millones, un 8,7% más que en el año anterior.
Una batalla de acuerdos "nulos y anulables"
ACS lo tiene todo previsto para presentar en los juzgados de lo mercantil de Bilbao la impugnación que anunció en marzo contra la decisión de la junta de Iberdrola de revocar el nombramiento del consejero que le corresponde por representación proporcional a su participación. La asamblea, a petición de un abogado y accionista de Iberdrola, destituyó al nuevo consejero poco después de su nombramiento, con el argumento de que ACS era una competidora de Iberdrola en el sector energético. El secretario y consejero de ACS, José Luis del Valle, se defendió alegando que la cifra de negocio de la constructora en energía es apenas del 1,2% y que también otros consejeros de Iberdrola tenían intereses en sociedades energéticas.El artículo 116 de la Ley de Sociedades Anónimas distingue entre acuerdos nulos (los que van contra la ley) y anulables (los que afectan a los estatutos y otros intereses de la sociedad). Teniendo en cuenta que en el primer caso hay un año de plazo, que es el que ACS ha contabilizado para su denuncia, y que en el segundo, es de 40 días (al que se ha ajustado Iberdrola), la impugnación de la eléctrica hace referencia a acuerdos anulables, según fuentes jurídicas. Y, por tanto, añaden, "reconoce así que el que impugna no es hecho contrario a la ley".