"No creo necesario que la RSC sea obligatoria para las empresas"
Leandro Cañibano, uno de los 50 socios fundadores, lidera la asociación desde 2007
En el año de conmemoración de su 30 aniversario, AECA ha presentado sus últimas guías de trabajo. Son cuatro documentos sobre fondos propios en cooperativas, impuesto sobre beneficios, control económico de proyectos para la sostenibilidad ambiental y una taxonomía XBRL de responsabilidad social corporativa (RSC).
¿En qué consiste la taxonomía XBRL de RSC?
Es la construcción de una herramienta tecnológica. En concreto, es una taxonomía basada en el lenguaje XBRL para la elaboración y presentación de dicha información. Esta forma de presentar información ya es obligatoria para las empresas cotizadas. Lo que se publica no es una fotografía del contenido de las cuentas o de la memoria, sino que son unas etiquetas independientes que cada uno podría importar para sus estudios y análisis, sin necesidad de que tuvieran que ser reinsertadas en el ordenador o en el modelo correspondiente. Así, se facilita que los usuarios, sobre todo los profesionales, difundan su contenido.
¿A qué responde?
Hacer una taxonomía basada en este lenguaje es una novedad, pero lo es en todos los ámbitos. De hecho, la tendencia actual es que la información financiera de las compañías se ofrezca en ese lenguaje. Esto tiene una ventaja: se da una información que cualquier analista podría introducir en sus modelos de manera automática. Esto, que ya está hecho en la información financiera para el uso por parte de los bancos y de las empresas cotizadas, no existía en la RSC.
¿Qué beneficios puede traer?
Que la difusión sea más fácil. Permite importar cualquier dato e incluirlo en el modelo que se está utilizando con una seriedad total y absoluta. Eso dará fluidez a la difusión y conocimiento de este tipo de información.
¿Lo pueden aplicar las grandes empresas y las pymes?
Cualquiera. Además, con la información financiera existen lugares donde acudir para consultar esa información -por ejemplo, las páginas web de las sociedades cotizadas o en la CNMV-, sin embargo, la RSC es voluntaria y no hay ningún organismo en el cual se puedan colgar todos esos datos.
¿Las empresas se toman en serio la RSC o la utilizan para su imagen?
En su nacimiento podría tener más visos de realidad el hecho de que se lo tomasen más como una cuestión poco importante. Hice un estudio sobre las compañías del Ibex 35 entre los años 2003 y 2005, para ver cuáles de ellas, además de la información financiera obligatoria, incluían alguna información voluntaria, dentro de la cual estaría la RSC. En aquellos tiempos eran tres o cuatro, hoy en día las 35 del Ibex, bien en el informe global o de forma separada, están dando la información. Esto supone un compromiso, porque hacer público cuál es la relación con los empleados y con el entorno que te rodea, si no respondes a él, te puede pasar luego factura. Las empresas tratan de utilizarlo para mejorar su imagen, pero también compromete su responsabilidad.
Ahora, con la crisis, ¿puede haber tentativas de dejar la RSC a un lado al no ser obligatoria?
Es igualmente necesaria ahora que antes. Lo que no creo necesario es el querer reglamentar este aspecto legalmente. En suma, establecer una obligación más para las empresas. Me parece bien que exista una regulación en el ámbito financiero, donde hay una información más precisa y detallada. Pero tratar de penetrar en una esfera que es lo que distingue a una compañía de otra, que cada una apueste por un área de actuación para presentarse a la sociedad, no creo que se deba hacer.
Trabajo "Queremos normalizar el uso de ratios financieros"
En el futuro, AECA se plantea la conveniencia de elaborar un cuadro de indicadores financieros a partir de la información contable que publican las compañías. Cañibano especifica que se trataría de "normalizar un poco el uso de esos ratios, ofreciendo una herramienta profesional". En concreto, habla de indicadores como el beneficio por acción. "æpermil;ste es un tema que se ha hecho más complejo con los nuevos instrumentos financieros", señala. Igualmente expone que el ratio del endeudamiento no todo el mundo lo hace igual. "Esto da lugar a que se utilice de una manera oportunista. Así, nos planteamos hacer una especie de taxonomía para ponerla al servicio de todos los que tengan que calcular indicadores de este tipo".En cuanto al documento elaborado sobre las cooperativas, Cañibano resalta que estudia las peculiaridades y matices existentes con el fin de deslindar lo que son fondos propios y lo que no lo son, "para salvaguardar los criterios generales establecidos por las normas internacionales, pero que no se dañen los intereses y la actividad de los cooperativistas".Otra guía publicada por AECA se centra en el impuesto sobre beneficios. "En ella desmenuzamos los mecanismos técnicos de cómo presentarlo y reflejarlo adecuadamente, ya que los criterios de valoración contable no siempre son coincidentes con los fiscales", afirma. También, AECA ha publicado una guía donde se habla de los costes y presupuestos ligados a proyectos de sostenibilidad. "Esto tiene importancia en ciertas industrias, como la eléctrica", indica.