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José Ramón García. Presidente de Blusens Global Corporation

"Seguimos invirtiendo en marca y en investigación"

En 2002 se tiró a una piscina con muy poca agua. Apenas tenía recursos, 3.000 euros de capital social, pero tenía la idea: crear en Santiago de Compostela una empresa especializada en electrónica de consumo. Ocho años más tarde, José Ramón García, de 39 años, respira satisfecho. Los datos le acompañan: tiene filiales en Oriente Próximo, México, Canadá, Suramérica y China. Su cartera de productos se amplia cada vez más y su crecimiento medio ha sido del 25%.

¿Quién le iba a decir que aquella idea emprendedora se iba a convertir en lo que es ahora, una multinacional?

Todavía somos jóvenes, tenemos ocho años de vida y la sensación de que esto acaba de empezar. Esto es un aviso a navegantes porque no nos vamos a relajar, vamos a seguir innovando. Estamos a punto de crear una filial en Miami y en Reino Unido. Nuestro objetivo es seguir expandiéndonos por el mundo porque el mercado español apenas representa el 20% de nuestra facturación, mientras que el resto procede del mercado internacional.

También ha conseguido el apoyo financiero de Manuel Jove propietario de Fadesa, inmobiliaria que en 2006 vendió a Fernando Martín, que si algo tiene es olfato empresarial.

Fue muy importante para mi socio Miguel Silva y para mí que se interesara por nuestra compañía. Sucedió que en 2008 nos tocaba planificar la internacionalización de una manera seria, y hasta entonces no habíamos incorporado capital a la organización, y optamos por dar entrada a un family office en vez de a una empresa de capital riesgo. Y elegimos a Manuel Jove, no por dinero, sino por una combinación de otros factores.

¿Qué factores influyeron?

El hecho de que él sea gallego y también emprendedor fue determinante. A mí me encandiló su propia figura como empresario y, además, al ser una persona que vive en Coruña, pues es importante, porque es un socio al que le ves la cara, con el que te sientes identificado. Nos llenó de orgullo que él se sintiera identificado con el proyecto. A mí me gusta que nos vean como emprendedores que crearon desde cero y sin recursos un negocio.

Con la crisis, su negocio estará tocado, la gente comprará menos televisores y aparatos tecnológicos...

Estamos en un momento de inflexión, en 2010 creceremos pero no a los niveles de años anteriores. Ahora estamos volcados en la fusión de dispositivos de internet y televisión, y esperamos que en 2011 y 2012 aumente el consumo. En lo que nos afecta la crisis es en la expansión internacional, que será mucho más lenta

Parece que van muy deprisa.

La gente tiene la sensación de que vamos como motos. Hemos conseguido líneas bancarias por más de 55 millones de euros, y eso es un gran logro porque España es muy conservadora a la hora de apostar por los emprendedores. Pues bien, a pesar de ese conservadurismo, han apostado por nosotros. Trabajamos con 15 entidades financieras y eso es un logro: convencer a la banca de que apueste por proyectos de futuro. Podríamos crecer más si quisiéramos, pero hemos renunciado a mucha venta que no consideramos rentable.

¿Puede explicarlo?

Hay tal competitividad, por ejemplo, en pantallas planas entre las distintas multinacionales, que preferimos renunciar a cuota de mercado a cambio de no perder ganancias. Nuestros productos tienen un gran nivel, invertimos mucho en investigación y desarrollo, y tenemos que apostar por la rentabilidad de la compañía para seguir apostando por la innovación, ya que de la otra manera facturaríamos el doble y ganaríamos lo mismo.

Cuando se vive una situación complicada como la actual, ¿qué ha de hacer un gestor, reducir gastos?

Nosotros, al tener una parte importante de nuestro negocio en el mercado internacional, lo tenemos repartido porque fuera la cosa está más tranquila. En España la gente tiene miedo. El consumidor y el empresario han visto lo que es el pánico. Y lo que suele hacer el empresariado en este tipo de situaciones es frenar los intangibles. En Blusens lo que hacemos es lo contrario, seguimos invirtiendo en marca y en investigación y desarrollo. Seguimos estando en la Liga ACB, en el Mundial de motos, tenemos un sello discográfico, un canal de televisión propio y una innovación enorme. Destinamos casi tres millones de euros a innovación y otros tantos a marketing.

¿Siguen contratando a gente?

En Santiago trabajan 200 personas y estamos incrementando la plantilla, nunca hemos dejado de contratar. En 2009 incorporamos a 50 personas más. La empresa genera mucho empleo directo, el 85% lo hacemos en casa y el resto lo ensamblamos fuera. Nuestra planta de televisión está en Santiago y el pequeño electrodoméstico también lo fabricamos allí, aunque el ensamblaje lo hacemos en China. El concepto de Blusens no se puede subcontratar porque el proceso de ensamblaje añade valor y es mejor hacerlo en casa. Nosotros controlamos la calidad de los televisores al cien por cien. No puede haber un fallo porque es el producto que más marca genera.

¿Qué le llevó a ser empresario?

Trabajé seis años en Mondragón, fui director general de la consultora del grupo en Galicia. Y aprendí mucho de ellos porque le dan mucha importancia a la estrategia, a la innovación, a la calidad, pero tenía el gusanillo de aplicar todo lo aprendido en la carrera de Económicas y Empresariales con un negocio propio. También pasé un año en Nueva York y eso me dio una visión sobre la importancia de la internacionalización. Al final comprendí que no podía trabajar para otros y necesitaba emprender un negocio.

¿Y todo fue un camino de rosas?

Ni mucho menos; al principio no tienes nada, sólo un plan estratégico, y tienes que buscar dinero, pero al final te das cuenta de que los emprendedores sabemos más de lo que creemos y eso es muy difícil descubrirlo mientras trabajas para otros. Cuando creas una empresa todo lo que se te ocurre puede servir; te equivocas, vas rectificando. Yo soy inconformista, tiendo a complicarme la vida y siempre estoy renovándome. Los primeros 365 días no hay descanso, tienes que ser ambicioso y saber que cada año hay que emprender nuevos retos. Yo siempre tengo la sensación de insatisfacción permanente.

¿Qué ha perdido y qué ha ganado en este proceso?

Años de vida personal, porque nos hemos volcado tanto en el proyecto que tal vez hemos descuidado otras facetas de nuestra vida, pero todo compensa. Yo me quedo con lo que hemos ganado porque somos gente optimista, positivos. Y se necesita a los emprendedores porque sin ellos la economía española no tiene futuro. España ha estado cegada por un crecimiento no adecuado basado en la especulación y no en la innovación. El cambio no se crea de la noche a la mañana.

"Salir a Bolsa será muy sano para la compañía"

El tiempo dirá si Blusens Global Corporation cotiza en Bolsa. Es la respuesta que ofrece José Ramón García cuando se le pregunta por los planes de la compañía a medio y largo plazo. "Nuestro proyecto depende de la financiación para seguir innovando y avanzando".Pero si se le insiste, va acotando los plazos, "como mucho en cinco años nos lo plantearemos, pero el problema es que el mercado continuo es muy exigente para una empresa joven como la nuestra". El Mercado Alternativo Bursátil (MAB) le parece una opción muy saludable, "que salgamos a Bolsa será muy sano para la compañía". Lo que sí tiene claro, junto a su socio y vicepresidente de la sociedad, Miguel Silva, es convertir a la organización en la gran marca tecnológica española. "Queremos poner en valor lo que hacemos".

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