La mala educación
Lamentable espectáculo el que ofrecieron sus señorías ayer durante la comparecencia parlamentaria del ministro de Fomento, José Blanco, en el Congreso para dar cuenta del recorte que asumirá su departamento. No había hecho más que empezar su discurso y ya se sucedieron los comentarios tanto entre las filas socialistas, como entre los populares. Y es que comienza a ser demasiado frecuente que este tipo de comparecencias se caractericen por un murmullo constante en el que se puede escuchar a todos menos al compareciente.
Ayer los periodistas tuvieron que llamar al orden a sus señorías en varias ocasiones ante la imposibilidad de comprender con nitidez al ministro. Los diputados asumieron a regañadientes la llamada de atención a su mala educación.