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La caja de ahorros lo valoró en 1,9 millones

Kutxa cierra con el andorrano BPA la venta de Banco Madrid

Kutxa ha cerrado oficialmente el acuerdo para la venta del 100% de Banco Madrid a Banca Privada d'Andorra (BPA). La caja guipuzcoana tasaba en 2009 en algo más de 1,9 millones de euros el valor contable de esta participación.

Kutxa ha logrado, tres años después de colgar el cartel de venta, sellar un acuerdo para sacar de su perímetro a Banco de Madrid, una entidad dedicada a la banca privada con una red de 17 oficinas y 29 agentes financieros. La operación, anunciada ayer a la CNMV, se materializa en un momento en que las cajas de ahorro se plantean utilizar las fichas bancarias como una posible vía de financiación para fortalecer sus balances.

El pacto alcanzado incluye, además del 100% del capital de Banco Madrid, la venta de varios inmuebles propiedad de Kutxa. Estos activos están arrendados a la entidad bancaria, entre ellos su sede central en el Paseo de la Castellana en Madrid, y que son necesarios para proseguir su actividad.

La fecha límite para sellar la compraventa finaliza el 3 de julio. Antes se deberá firmar el pactado acuerdo en materia de supervisión de entidades de crédito entre el Banco de España y el Institut Nacional Andorrà de Finances (INAF). También deberán obtener en plazo las diferentes autorizaciones o declaraciones de no oposición a la venta por parte del Banco de España, CNMV "y cuantas autoridades resulten competentes", según la información remitida por Kutxa al regulador bursátil.

A finales de 2009, Banco Madrid vendió, por 20 millones de euros, el 49% que tenía en el grupo Munreco.

La caja presidida por Xabier Iturbe valoró en libros su participación en Banco Madrid a finales de 2009 en 1,97 millones de euros. Su activo se situaba en 725 millones, con un capital de 34,8 millones y unas reservas de 3,4. El resultado alcanzó los 50.000 euros.

En actividad desde 2003

Banco Madrid entró en la órbita de Kutxa en 2001 cuando adquirió la ficha bancaria al Deutsche Bank y relanzó su actividad en 2003. El objetivo de la compra era potenciar la división de banca privada y personal. Este negocio, sin embargo, no le ha resultado rentable. Fuentes consultadas aseguran que desde que adquirió el control, ha dirigido importantes recursos a su balance.

Críticas de Fitch a la entidad pirenaica

Fue hace menos de un mes. El pasado 19 de abril Fitch rebajó la calificación crediticia a largo plazo de Banca Privada d'Andorra (BPA) de BBB a BB+, y situó esta marca en perspectiva "estable". Los ajustes reflejaban "el pequeño tamaño del banco en relación con el resto de las entidades andorranas es la cuarta firma del país y una estrategia más agresiva de producto y de crecimiento, lo que ha incrementado el perfil de riesgo de BPA". La agencia de rating citó en particular la existencia de riesgos de mercado, reputacionales y de operativa.La firma no se quedó ahí, y agregó que "el banco deberá afrontar presión sobre la calidad de sus activos y su rentabilidad debido a las duras condiciones económicas en Andorra y los desafíos que afrontan los paraísos fiscales". Si bien alabó su baja mora (1,8%, a cierre de 2009) y buena liquidez.

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