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Geithner pide "sentido de urgencia"

EE UU reclama celeridad a Europa y al FMI para apoyar a Grecia

Segundo día de reuniones de alto nivel en el mundo de la economía internacional y segundo día en el que el problema griego, dominante en conversaciones de pasillos y en los mercados mundiales, fue eludido. El comité económico y financiero del FMI evitó el sábado pronunciarse sobre Grecia igual que lo hizo el viernes el G20. Sólo Tim Geithner, secretario del Tesoro de EE UU, dio la bienvenida al "sentido de urgencia" que percibe y animó al gobierno heleno, a los europeos y al FMI a poner en marcha "rápidamente" un paquete de ayuda concreto".

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, (i), conversa con el ministro griego de Finanzas, George Papaconstantinou, durante un encuentro celebrado de manera paralela a la Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, (i), conversa con el ministro griego de Finanzas, George Papaconstantinou, durante un encuentro celebrado de manera paralela a la Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco MundialEfe

Geithner se reunió con el ministro de finanzas griego, George Papaconstantinou el sábado y al término del encuentro el titular del Tesoro pidió a los gobiernos europeos y al FMI que "actuaran deprisa" para ayudar a Grecia y que este país pusiera en marcha un paquete de importantes reformas. EE UU es el primer accionista del Fondo y algunos de los bancos de este país tienen exposición a la deuda soberana griega. La posición de Washington es, sin embargo, cauta porque los comentaristas más conservadores ya han criticado que el FMI participe en el rescate de un país de la zona euro, dado que buena parte del capital que se va a usar para ello será americano.

Papaconstantinou, que llegó de madrugada a Washington, se reunió también el sábado con el director gerente del FMI, Dominique Strauss Kahn, el comisario europeo de economía y finanzas, Olli Rehn y el gobernador del BCE, Jean-Claude Trichet.

El día anterior, Trichet quiso dejar claro que la preocupación fiscal griega no puede alcanzar a otros países como Portugal o España. "Todos los países en Europa sin excepción tienen mucho que hacer", dijo el presidente del Banco Central quien reiteró que "España, desde luego, no es Grecia. El miembro del Consejo de Gobierno de esta institución Ewald Nowotny ya había afirmado que la situación fiscal de España y Portugal no pueden ser comparadas con la griega".

Aunque las conversaciones con Papaconstantinou, obviamente, giraron en torno a la activación del mecanismo de ayuda para el país, cuando Strauss Kahn tuvo oportunidad de hablar de ello eludió hacerlo.

Ese momento se produjo en la rueda de prensa posterior a la reunión del comité económico y financiero del FMI, un encuentro del que salió un comunicado en el que la única referencia posible al problema griego fue tangencial. "Nos comprometemos a asegurar las finanzas públicas y abordar los riesgos de la deuda soberana". En su Informe de Estabilidad Financiera presentado el martes pasado, el FMI ya alertó de que uno de los mayores riesgos que percibe en la economía es el crecimiento de la deuda soberana debido, en cierta medida, a las políticas de estímulo fiscal pero sobre todo por el impacto negativo de la crisis en los ingresos fiscales y el casi nulo crecimiento.

Aunque el FMI fue el primero en contestar a Grecia, prometiendo ser rápidos, cuando el primer ministro George Papandreu pidió activar la ayuda, Strauss Kahn no quiso soltar prenda la rueda de prensa del sábado. "Los resultados de las negociaciones que el FMI tiene con los griegos serán hechas públicas al final de estas", dijo zanjando la cuestión con una respuesta tan cautelosa como vacía de contenido. La portavoz del FMI pidió que se hicieran otro tipo de preguntas y el destino quiso que le tocara hablar a un reportero de la televisión pública griega. El periodista desoyó las instrucciones y a la vista de la tensión en las calles de su país pidió que el FMI, al que muchos países demonizan, mandara un mensaje.

"Los griegos no son los únicos que nos demonizan" dijo un resignado Strauss Kahn, pero tanto ellos como el resto deben ver al FMI "como es hoy una organización para la cooperación y la ayuda de quien esté en problemas". "Los griegos no deben temer al fondo".

La reunión del comité del FMI se centró en la coordinación de las políticas postcrisis una vez que se ha certificado que se ha dejado atrás lo peor pero siendo conscientes de que algunos países aún necesitan los estímulos fiscales para salir de la situación. El compromiso es poner en marcha políticas consistentes con el objetivo de conseguir un crecimiento equilibrado y estable que proporcione empleos, estabilidad de precios y evite el proteccionismo.

Miopía bancaria

Strauss Kahn aludió a la reforma financiera, una cuestión abordada también el viernes por el G20, y una vez más pidió que aunque cada país adopte medidas específicas, estas tienen que ser coherentes con las del resto del mundo. En lo que no pudo evitar mostrar su decepción fue en la negativa de varios países a adoptar la llamada tasa de actividades financieras, el FAT en sus siglas en inglés. Se trata de un impuesto, sugerido por el FMI, para tratar de crear un fondo con el que se resuelvan conflictos financieros de calado.

Con este fondo se pagarían los costes de los colapsos de las grandes instituciones, las conocidas como "demasiado grandes o interconectadas como para dejar que caigan". EE UU, el Reino Unido y la zona euro están relativamente abiertos a la idea pero países como China, Brasil o Rusia no. Para Strauss Kahn esta negativa es "miope" ya que "por el hecho de que no hayan tenido problemas financieros no significa que no tengan que preverlos".

Los países miembros del FMI prometen contener el déficit

Los países miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) se comprometieron hoy a sanear las cuentas públicas y contener su deuda, en medio de la crisis fiscal en Grecia, que negocia con la entidad y con Europa un programa de ayuda para evitar la quiebra.El Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC, en inglés), el principal órgano asesor del FMI, manifestó el compromiso "enérgico" de los Gobiernos de "garantizar unas finanzas públicas sostenibles y abordar los riesgos de la deuda soberana".

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