Fiat gira el volante
El plan de Fiat para desenganchar los camiones de Iveco y los tractores CNH de sus coches deportivos y cinco puertas podría desbloquear el valor para los accionistas. Sin embargo, el grupo italiano se queda con una misteriosa estructura accionarial y esquiva la cuestión de cómo va a repartir la deuda dentro del grupo. El consejero delegado Sergio Marchionne reflexiona desde hace siglos una escisión. Ahora que finalmente ha anunciado que Fiat separará su negocio de coches de sus ramas de bienes de capital de mejor rendimiento, debería quedar muy claro qué implicará esto para los titulares de deuda de Fiat.
El único indicio que Marchionne dio durante la actualización de la estrategia del pasado miércoles fue que la deuda podría dividirse al 50% entre Fiat SpA y la nueva unidad industrial de Fiat SpA. Los acreedores merecen mayor transparencia del propietario del cavallino rampante de Ferrari.
La deuda neta industrial de Fiat está en aumento. Alcanzó 4.700 millones a finales de su primer trimestre, aumentando desde los 4.400 millones de finales de 2009. Si esa deuda se divide por la mitad, dejará a los titulares de bonos en cualquiera de los nuevos modelos de Fiat desprovistos de la protección que proporciona un negocio diversificado. Los accionistas de Fiat puede que hayan sufrido un descuento del conglomerado de entre el 20 y el 30% -antes las acciones subieron más de un 10% en respuesta al plan- pero el modelo de conglomerado es realmente positivo para los titulares de bonos.
Sin embargo, Marchionne podría encontrarse con que el entusiasmo de los accionistas para su plan se atenúe un poco por la inquietud de los titulares de bonos.
Por Alexander Smith