EE UU busca un fuerte endurecimiento de la regulación de derivados
Los conservadores mantienen la línea dura de oposición a la reforma
El caso abierto por fraude contra Goldman Sachs por parte del regulador de los mercados se produce en un momento de alta tensión legislativa en EE UU donde se está preparado una dura regulación de los mercados de derivados. Su autora es la senadora Blanche Lincoln, presidenta del comité de Agricultura de la cámara responsable de la competencia en cuestiones de mercados de futuros. Lincoln quiere que los bancos segreguen sus operaciones de derivados a entidades separadas de sus negocios de banca comercial.
Los derivados están en el epicentro de la crisis financiera al ser unos instrumentos que se han revelado como muy opacos para la mayoría del mercado.
El objetivo principal de la reforma es que se aíslen las actividades para que no se contamine la banca comercial en caso de crisis. Una de las consecuencias sería que estas entidades segregadas no tendrían, por ejemplo, acceso a la ventanilla de descuento de la Reserva Federal en caso de problemas de liquidez.
Los derivados, cuyas transacciones se cierran normalmente por teléfono entre dos contrapartes, pasarían a ser intermediados en un mercado público abierto con operaciones procesadas a través de un tercero y en el que se garantice la transparencia de los precios.
La banca de Wall Street está en contra de esta propuesta y en la presentación de resultados de JP Morgan, la semana pasada, su consejero delegado, Jamie Dimon, dijo que podrían perder hasta 2.000 millones de dólares. El presidente Barack Obama ha dicho que vetará una reforma que no contemple una vigorosa reordenación de este mercado. Con todo, la propuesta de Lincoln excede lo que la propia Casa Blanca había apuntado inicialmente.
Los republicanos se oponen a buena parte de una reforma que crea una agencia de protección al consumidor y una autoridad de resolución para entidades "demasiado grandes para dejarlas caer". Ya han apuntado que bloquearán la reforma; una gran apuesta política ahora que se abre el caso de Goldman Sachs, un actor de Wall Street que no goza, en general, de la simpatía de los votantes.
Bill Clinton critica a Rubin y Summers
Bill Clinton hizo el domingo un acto público de contrición. En un programa de la televisión ABC, grabado el sábado y emitido ayer, el ex presidente demócrata lamentó haber seguido los consejos de su asesor y su secretario del Tesoro, Robert Rubin y Larry Summers (ahora asesor de Barack Obama), quienes apostaron por dejar sin regular el opaco mercado de los derivados.Clinton dijo que Rubin y Summers argumentaron que no necesitaba transparencia porque era "caro y sofisticado, apto para una minoría". No fue así. El billonario mercado ha sido muy popular y Clinton reconoció que el error de sus asesores es que "a veces mucha gente con mucho dinero toma decisiones estúpidas". Clinton cree no obstante que el Congreso, republicano, le habría parado los pies.