El FMI arremete contra la negociación colectiva y los contratos temporales en España
El FMI destaca puntos negros que hacen de la economía española una de las más vulnerables en materia de empleo. Uno de los problemas que apunta es el efecto negativo del crecimiento de los contratos temporales como herramienta para flexibilizar un mercado laboral aún rígido en los contratos fijos y sugiere que se cree un contrato único indefinido en la que la seguridad llegue con la antigüedad.
El FMI no es optimista con respecto a la creación de empleo en las economías avanzadas y aunque prevén que en 2010 se creará empleo la tasa de paro se mantendrá alta, alrededor del 9%, en las economías avanzadas durante 2011. Este organismo internacional sugiere a los gobiernos recetas que pasan por estimular la contratación mediante incentivos fiscales de forma temporal, con medidas de fomento del empleo ya que si no, las compañías pueden eternizar la posición de "esperar y ver" ante la incertidumbre que existe sobre el crecimiento.
Los técnicos del Fondo consideran que además de la caída del PIB, parte del problema de las altas tasas de paro tienen su origen en la caída en especial del mercado de la vivienda y en la crisis financiera. Son tres elementos que han contribuido a profundizar la crisis en el mercado laboral, algo especialmente patente en EE UU y en España.
El caso español es ampliamente citado en el informe de FMI por varios motivos y no solo por su dependencia del mercado de la vivienda. Según los técnicos uno de los problemas es que en España es que la liberalización del mercado laboral que se introdujo desde los años ochenta se ha traducido en un crecimiento desproporcionado de los contratos temporales, especialmente en España, que son los más vulnerables a las crisis. Así pues hay una dualidad en el mercado de trabajo que perjudica a quienes tienen estos contratos.
El FMI recomienda que haya solo un tipo de contrato para acabar con la dualidad, un contrato con despido más barato y en el que el trabajador gane seguridad con la antigüedad. Es algo que permitirá mayores contrataciones cuando la economía se de la vuelta y que se rebaje fuertemente la temporalidad, una modalidad de contratación que según el Fondo es perniciosa porque impide la formación de los empleados. En este organismo se considera que los empresarios que optan por los contratos temporales deberían pagar más contribuciones para ayudar a sostener los subsidios de paro.
El FMI también arremete contra las negociaciones centralizadas de los convenios colectivos y señala que los salarios de los trabajadores en España crecieron un 3% en 2009 a pesar de que subió la tasa de paro debido a las presiones de las negociaciones colectivas. En el ejemplo contrario, en Japón, los salarios cayeron un 4,4% y la pérdida de empleo fue menor.