El profesor británico podrá usar la fuerza para defenderse
Los maestros españoles reclaman más autoridad en el Estatuto del Docente
Cuando en España está más vigente que nunca el debate sobre si los educadores deben tener rango de autoridad o no, algo que podría dirimirse en los próximos días, en el Reino Unido se acaba de aprobar un nuevo Código de Conducta para evitar la violencia en las aulas. Frente a la ley no escrita de "prohibido tocar al estudiante", Ed Balls, ministro de Escuelas, Infancia y Familias de Gran Bretaña, ha anunciado que los docentes podrán utilizar la fuerza en caso de defensa propia o para prevenir que los alumnos se hagan daño entre sí.
Aunque actualmente los maestros británicos ya cuentan con esta potestad para impedir el mal comportamiento de los estudiantes -no en cambio para castigarlos- muchos no se atreven a hacerlo por miedo a las represalias. Estos profesionales aseguran sentir temor a las consecuencias legales que puedan adoptar los padres. "Lo primero que dicen cuando vas a separarles es aquello de si me tocas, mis padres te demandarán", han explicado en el encuentro anual de Nasuwt, el mayor sindicato de estos profesionales.
Por este motivo, será aceptable utilizar la fuerza en varios supuestos, una vez que hayan iniciado peleas o amenazas contra el profesor y se desoigan las instrucciones de abandonar las clases. "Pero siempre para proteger, no como método disciplinario" asegura Balls.
El ministro Gabilondo quiere cerrar el Pacto de la Educación a mediados de abril
En España, el debate sobre la autoridad del docente originó que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, fuera junto con Cataluña, una de las primeras en dotar al maestro de este rango. Esto supone que en caso de conflicto, el testimonio del profesor sirve como prueba (salvo que exista una en contra) y prevalece sobre el alumnado.
El Pacto de la Educación, que el ministro Ángel Gabilondo pretende cerrar a mediados del mes de abril, incluye el Estatuto del Docente, pero no le confiere el rango de autoridad que el PP y los propios educadores reclaman fervientemente.
En una reciente encuesta elaborada por los profesores de la Universidad de Salamanca, Mariano Fernández Enguita y Jaime Riviére, entre 625 docentes sobre aspectos del Pacto para la Educación, el 59,9% de los entrevistados aseguraron que sería "irrenunciable" reforzar la autoridad del profesor. Frente a esto, un 37,3% coincidió en señalar que la medida sólo era "deseable" y un mínimo 7,2% que podía llegar a ser hasta "prescindible".
Los docentes, sin embargo, consideran que sus funciones y potestades deben ser prioritarias dentro del Pacto, sólo por detrás de dos medidas: el aumento del gasto educativo hasta el 7% del PIB y la aprobación de iniciativas contra el fracaso escolar. Pero, incluso, las sitúan por delante de la escuela pública, el apoyo a la formación profesional, el aumento de los estándares de exigencia, las retribución en caso de alumnos con necesidades especiales y algo que les afecta sólo a ellos, las jubilaciones anticipadas.
La reforma de Obama en educación
La siguiente gran reforma que el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, tiene que acometer tras el triunfo en el campo de la sanidad es la educación. Durante el fin de semana el periódico Financial Times, dedicaba uno de sus editoriales a este asunto.El rotativo explicaba que el país, a pesar de tener las 20 universidades más demandadas de todo el mundo, cuenta con un nivel bastante "pobre" en la eduación primaria y secundaria. Obama se ha puesto como objetivo tener lista antes de finalizar verano una nueva ley que sustituya a la actual.Se trata de mejorar el nivel de los alumnos, pero poniendo el punto de inflexión también en los profesores, con mejor formación, mayor salario y con soluciones para eliminar la incompetencia. Para los alumnos buscan escalas menos estáticas y medidas más flexibles.