...y Google abandonó China
El reciente anuncio de Google de cumplir su promesa de acabar con la censura impuesta por Pekín a su buscador ha provocado el desmantelamiento de su portal en China y ha redirigido las búsquedas a Hong Kong. Jamás pensé que desde Mountain View llegaran a tanto.
Cuando hace algunas semanas empezaron los rumores de la salida de Google, creí que sería un órdago, pero después de más de dos meses de negociación con el régimen chino, los directivos han decidido que es imposible mantener una presencia online en aquel país y han optado por ofrecer una versión en chino de su buscador genérico, donde una legislación más permisiva les permite en primera instancia poder trabajar sin los filtros ni la censura que aplicaron a Google.cn. Esta no es una decisión comercial sin más, detrás de esta medida se esconde un complejo movimiento político-económico con repercusiones a todos los niveles.
Google, que se instaló en China en el año 2005 y en la actualidad contaba con un 35% de cuota de mercado, se mantiene muy por detrás de Baidu, líder local con un 60% de las búsquedas. El gigante asiático es el país donde menor cuota ha alcanzado esta compañía.
Todos sabemos cómo funcionan las autoridades chinas y el tipo de régimen que impera en este país, las trabas legales y burocráticas para establecerse y el control gubernamental. Me cuesta pensar que no se habían valorado estos riesgos por parte del gigante americano, ya que hoy en día, cualquier pyme que se instala en el país asiático tiene muy en cuenta estos riesgos.
Las tristes víctimas de esta situación serán, en primer lugar, los chinos, que verán cómo un poco de la apertura que suponía la presencia de Google desaparece de facto, los empleados y la situación de las agencias de publicidad, con campañas contratadas imposibles de cumplir de modo que ya han anunciado que demandarán al buscador.
Tal vez por estos motivos algunos pensamientos malvados recorren mi cabeza. ¿Y si Google hubiera conquistado China?, ¿y si tuviera el porcentaje de cuota de mercado que acostumbra, saldría del país? O en ese escenario hipotético, ¿sería la defensa de la libertad menos importante?
Peor aún, ¿esperaban tener algún tipo de trato de favor por parte de las autoridades frente al estándar que recibe una compañía extranjera y de ahí la sorpresa?
Reconozco lo malvado de mi planteamiento, pero creo que para valorar esta partida de ajedrez no hay que quedarse en lo obvio y exterior; hay que hurgar hasta dentro. El Gobierno chino censura y coarta las libertades. Sin duda, es terrible y conocido por todos. Pero también habría que reflexionar si desde California, como nos quieren hacer ver, están intentando remover conciencias y luchar por las libertades o simple y llanamente hablamos de compañía privada que defiende su almuerzo.
Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña. CEO Ocio Networks y vicepresidente de la Asociación de Emprendedores e Inversores de Internet