_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Codiciosos a largo plazo

Goldman no suele equivocarse, pero el banco cometió un error posponiendo el pago de dividendo por un total del 49% de sus beneficios en la primera mitad de 2009. Goldman es el líder del pack de Wall Street, y tiene la oportunidad de dar ejemplo en el trimestre actual.

El año pasado, las altas compensaciones acumuladas por toda la banca industrial -en una época en la que muchas personas sufrían la recesión provocada en parte por los excesos de los bancos- originaron una fuerte protesta. Al final, casi todos los bancos pusieron freno al impulso de dar rienda suelta a los pagos. En el caso de Goldman, el payout actual para 2009 en su conjunto fue de sólo el 36% de los beneficios.

Que Goldman esté destinado a repetir su error es algo que se aclarará el próximo mes cuando la empresa publique sus resultados del primer trimestre. Si repite compensaciones por valor de casi la mitad de los beneficios puede que sus rivales crean en la necesidad de aumentar sus payouts. Eso probablemente originaría otra protesta -y medidas más duras de políticos y reguladores-.

Uno de los principios básicos de Goldman es la codicia a largo plazo, por lo que sería razonable mostrar algo de moderación a corto. Una posición sensata sería acumular las compensaciones del primer trimestre a la ratio de 2009, es decir, al 36%.

Para apaciguar a los trabajadores y estimular a su competidores para que sigan su ejemplo, Goldman tendría que tener en cuenta a las empresas financieras beneficiadas por los planes de rescate y la todavía frágil economía. Un enfoque que daría a Goldman algunos de los amigos que necesita. De esta manera, sus esfuerzos para influir en el debate sobre el futuro de la industria no serían calificados de lobby para su propio beneficio.

Por Hugo Dixon

Archivado En

_
_