Papandreu amenaza con frenar el ajuste si no recibe ayuda europea
Grecia clamó ayer de nuevo por el apoyo europeo y advirtió que sin una propuesta concreta no podrá mantener el ajuste fiscal. Alemania, sin embargo, se desmarca de un posible rescate y reta a Atenas a pedir socorro al FMI.
La crisis griega llevó ayer a la zona euro hacia un peligrosísimo punto de ebullición. Y la tensión podría desbordarse en las próximas horas si los socios europeos no concretan la promesa de ayudar a Atenas para llevar a cabo un brutal ajuste presupuestario.
El primer ministros griego, George Papandreu, advirtió ayer ante el Parlamento Europeo en Bruselas que "si seguimos pagando unos intereses tan elevados por la deuda, no podremos mantener la reducción del déficit".
Y tras su comparecencia, Papandreu dio un ultimátum tácito al resto de líderes europeos al señalar que "en la próxima cumbre 26 y 26 de marzo, la zona euro dispone de una oportunidad que no debería desperdiciar".
Papandreu insistió en Bruselas en que "no estamos pidiendo dinero a los trabajadores alemanes, franceses o italianos". Pero reclamó el apoyo comunitario para poder financiar la deuda "a unos tipos de interés similares a los del resto de países de la zona euro. No idénticos, pero similares". Pero algunos de los socios, entre ellos, Alemania, se niegan a intervenir en el mercado, mediante avales o préstamos, para abaratar las emisiones de deuda griega. Ayer, destacados diputados de la CDU, el partido de la canciller alemana Angela Merkel, incluso sugirieron que Grecia pida ayuda directamente al FMI.
De confirmarse esa posición, Berlín rompería el pacto alcanzado en la cumbre europea del 11 de febrero, cuando los líderes de la zona euro prometieron una "intervención decidida y coordinada" para preservar la estabilidad de la unión monetaria si llegara a hacer falta. La nueva actitud del gobierno de Merkel puede provocar un choque brutal con Atenas. Pero también con los países como Francia o España, e instituciones como el BCE, que se niegan a permitir una intervención del FMI dentro de la zona euro.
El portazo a Grecia, además, frenaría el esfuerzo de consolidación fiscal acometido por el país, dañando aún más el Pacto de Estabilidad. Papandreu dejó ayer claro que Grecia no puede seguir "recortando salarios y pensiones, y que ese dinero se pierda en unos segundos de especulación".
España pide a Merkel que deje de hablar de expulsiones
La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, pidió ayer a Alemania que deje de especular sobre la posible expulsión de miembros de la zona euro porque ese mensaje genera "malentendidos". Berlín quiere aprovechar la crisis griega para dotar a la Unión Monetaria de un mecanismo que permita ayudar los países en dificutltades, pero también expulsar a los socios que incumplan sistemáticamente las normas presupuestarias . "La respuesta adecuda a la crisis griega no es un acto precipitado de solidaridad", señaló el miércoles la canciller Angela Merkel.