Una estrategia para la innovación
El Consejo de Ministros analiza hoy el proyecto de Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, que amparará la nueva Estrategia España de Innovación con la que el Gobierno pretende convertir al país en una de las diez economías más innovadoras del planeta, esfuerzo nada fácil si hoy ocupa el decimoquinto lugar. "Si Finlandia lo ha logrado, nosotros podemos", asegura el secretario general de Innovación, Juan Tomás Hernani. Para ello, la estrategia oficial es poner en marcha herramientas para movilizar 6.000 millones de recursos privados al año hasta 2015, lo que supone provocar un incremento en el esfuerzo privado para innovación de más del 17% cada ejercicio. Si todo sale como la estrategia dice, 40.000 nuevas empresas de base tecnológica verán la luz, y no menos de medio millón de trabajadores encontrarán cobijo en ellas.
El capital riesgo o el incentivo a las empresas que busquen financiación en el Mercado Alternativo Bursátil es un medio útil para aflorar los recursos en los sectores identificados, fundamentalmente alrededor de la salud y la energía. Pero hay que movilizar más a la universidad e implicarla en la empresa, sin descartar la desfiscalización de todas las actividades de I+D+i, pues su efecto multiplicador devuelve con creces los recursos fiscales a los que se renuncia inicialmente.
