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¿Matará Grecia al canario?

Lo más insoportable de la crisis de Grecia son los cientos de crónicas y análisis que arrancan con alguna comparación sobre el arte clásico de aquel país. Que si un drama, que si una tragedia, que si espartanos por aquí y laberintos por allá... como si la Grecia actual, aparte del nombre, tuviera algo que ver con la de Sófocles y compañía. Los analistas con vocación literaria deberían buscar comparaciones en la narrativa latinoamericana, donde abundan excelentes retratos de repúblicas bananeras dominadas por un par de familias.

Por suerte, el drama griego (es broma) también ha puesto de actualidad una expresión en inglés, canary in a coalmine, que daba título a una canción en el tercer disco de The Police (aquí la letra). En ese caso, los cronistas aciertan al comparar el juego de los mercados con la deuda pública griega con la costumbre de entrar en las minas con un canario para detectar una posible fuga de metano. El primero en detectarlo, por supuesto, es el sensible animal enjaulado. Su involuntario sacrificio permite a los mineros ponerse a salvo.

Los especuladores buscan ahora con el bono griego cualquier fuga de grisú en el mercado de la deuda pública de la zona Euro, donde la actividad se ha intensificado a raíz de la crisis (en el primer mes de este año, los 16 países de la unión monetaria ya han pedido prestados 110.000 millones de euros).

El canario griego ya boquea y sólo sobrevive a base de pagar un creciente interés y de la tácita promesa de que, tarde o temprano, la UE acudirá al rescate. Pero si muere o Bruselas tiene que abrir la jaula, los inversores saldrán despavoridos y dejarán dentro de la mina las emisiones de deuda de otros países de la zona Euro.

Parece, en particular, que les inquieta la galería española, aunque esté bien apuntalada (con una deuda pública que no llega a la mitad de la griega) y todavía cuente con certificados de seguridad triple A por parte de algunas agencias de calificación.

Antes de que algún analista empiece a buscar tópicos en nuestra historia para retratar la situación del bono español y del Gobierno de Zapatero, quizá puedan rescatar otra melodía de Sting. Demolition Man (letra). Empieza con "atado a las vías y el tren viniendo". A continuación, la versión de Grace Jones, con zapateado incluido (la canción fue escrita para ella, pero a los Police les pareció insípida su interpretación).

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