Perspectivas del empleo para 2010
Con los datos de la EPA correspondientes al cuarto trimestre se ha cerrado 2009 en lo que se refiere al mercado laboral. De su análisis se pueden obtener determinadas reflexiones.
En el mercado laboral español, entre el tercer trimestre de 2008 y el cuarto trimestre de 2009, el desempleo aumenta en 1,7 millones de desempleados, pero tan sólo en los dos primeros trimestres se concentran las tres cuartas partes de dicho aumento. Es decir, en dos trimestres aumenta en 1,4 millones y en los últimos cuatro restantes en 300.000 parados. Lo que viene a demostrar que se está produciendo una moderación de los ajustes de las plantillas por parte de las empresas.
En nuestro país ha tenido una incidencia mayor el desempleo por el excesivo peso del sector de la construcción en el empleo global (hoy, el 9,6% frente al 13,4% en 2007). En países miembros de la UE el sector de la construcción se sitúa en torno al 6% de la estructura del empleo.
Debido a que el sector de la construcción no emplea una mano de obra muy cualificada, la crisis se ceba más entre las personas que están menos preparadas en términos de formación. La menor preparación formativa penaliza el empleo. Así, mientras en España la tasa de paro global es del 18,8%, la tasa de desempleo en las personas con menor formación es mucho mayor. Es el caso de educación primaria (28,1%), educación secundaria primera etapa (24,4%) y educación secundaria segunda etapa (17,8%), mientras que entre los mejor formados su tasa de paro es bastante inferior, como las personas con educación superior (10,3%) y doctorado (1,8%). Además, los trabajadores y trabajadoras con niveles formativos de educación primaria y secundaria primera y segunda etapa acaparan cerca del 80% del aumento del paro en 2009. En definitiva, a menor formación más paro.
Por otra parte, los hogares con todos sus miembros en paro (1,2 millones, aunque en determinados casos la persona de referencia es, por ejemplo, pensionista) ha generado que muchas amas de casa busquen empleo para compensar la pérdida de rentas del hogar. Así, aunque la población inactiva total (labores de hogar, incapacidad permanente, estudiantes y jubilados o pensionistas) ha aumentado en cerca de 180.000 personas, en 2009, más de 200.000 mujeres han dejado de figurar como inactivas en labores del hogar para incorporarse al mercado de trabajo, y desde 2007 del orden de medio millón, a pesar de que en el resto de epígrafes han aumentado sus inactivos. En la teoría económica a este fenómeno se le conoce como el efecto trabajador añadido: ocurre cuando el sustentador de la familia pierde su empleo y otro miembro de la familia busca empleo para contrarrestar la disminución de la renta familiar o simplemente por la mayor incertidumbre ante la mayor posibilidad de que la persona de referencia pierda su trabajo.
Aunque el tópico dice que son las comunidades autónomas mediterráneas en las que más se ha deteriorado el empleo por culpa de la construcción, no debemos de olvidar la incidencia que ha tenido en la destrucción del empleo la rama de actividad comercio y hostelería. Es el caso particular de la Comunidad Valenciana, donde se ha producido la mayor pérdida con 82.300 personas (-12%).
Los últimos datos, correspondientes a enero, indican que el desempleo ha aumentado en 124.890 personas, según los Servicios Públicos de Empleo, aunque dicha cifra es inferior al mismo mes de 2008 y 2009 y demuestra que se mantiene la tendencia a la desaceleración.
Es cierto que la previsión económica no es una ciencia exacta, pero llegado a este punto hay que preguntarse por las previsiones para 2010. Existe consenso entre expertos y organismos internacionales de que el paro se amortiguará y el empleo se recuperará a partir del segundo trimestre. Con todo, en el segundo semestre se espera una ligera mejoría del mercado laboral por la acción conjugada de la estabilización del empleo, la disminución de la población activa y con las actuaciones ya tomadas a corto plazo.
Para el medio y largo plazo se deben tomar medidas que permitan concentrar esfuerzos en mantener y recuperar el empleo y que aceleren la recuperación económica por la modernización tecnológica, el impulso de la formación, la mejora de la productividad y la ampliación de mercados externos.
Vicente Castelló Roselló. Profesor de la Universidad Jaime I de Castellón