Noruega debate sobre gestión activa
Noruega ha vivido un interesante debate, relativo a la gestión de su fondo soberano, el Norwegian Government Pension Fund. Este fondo de pensiones se construye con el capital proveniente de las reservas de petróleo del país y tiene en un volumen bajo gestión de 311.000 millones de euros. Un parte de este capital, la destinada a activos internacionales, la gestiona la firma Norges Bank Investment management (NBIM).
Pues bien, hace cosa de un año, la prensa noruega puso el grito en el cielo debido al pobre comportamiento de los activos del fondo bajo gestión de NBIM. Recordemos que hace justo un año los mercados caían a plomo y la inseguridad sobre la supervivencia del sistema financiero era total.
Aquellas críticas abrieron un debate, no tanto sobre la pericia de NBIM a la hora de seleccionar gestores, como sobre las ventajas de la gestión activa sobre la pasiva. El consejero delegado de NBIM, Yngve Slynstad, acaba de enviar una carta al Ministerio de Finanzas noruego, en respuesta a aquella polémica.
Slynstad es categórico: "Norges Bank no puede recomendar una gestión pasiva que no busque la eficiencia entre los costes y la exposición al mercado; que no vigile los activos en que está invertida o no tenga en cuenta el riesgo de las inversiones". En cambio, afirma que empíricamente se ha demostrado que hay gestores que baten al mercado y que la gestión activa mejora el perfil de rentabilidad y riesgo del fondo. Afirma que la gestión activa está encaminada a limitar el riesgo en cartera, lo que no hace la gestión pasiva, es decir, replicar un índice.
Ciertamente, en épocas de euforia la gestión pasiva da sus frutos; son momentos en que batir al índice es realmente difícil. Pero luego hay momentos, como el actual, los más, en que los mercados se sumen en la lateralidad movidos por la incertidumbre de los inversores. Y ahí sí, merece la pena pagar más por una gestión activa; siempre que sea buena, claro. mrodriguez@cincodias.es