China juega a la liebre y la tortuga
El interés de las automovilísticas chinas en Volvo y Saab no transformará la industria de la noche a la mañana. Pero estos acuerdos, por pequeños que sean, podrían suponer una contribución sustancial al crecimiento de China en el sector.
Beijing Automotive Industrial Group Corp (BAIC) ha acordado pagar 200 millones de dólares por la tecnología de Saab, la subsidiaria sueca de GM. Puede parecer una transacción menor, pero podría ahorrarle al grupo chino cinco años de desarrollo y ayudarle a generar miles de millones de dólares en ingresos incrementales gracias al impulso de la venta de coches.
La grandeza del acuerdo de BAIC es que, por primera vez, una automovilística china asume pleno acceso a tecnología occidental y apoyo del vendedor. Saab ayudará a integrar la tecnología en los coches de BAIC.
El propio know-how puede estar caducado -pertenecía a Saab antes de que fuese absorbida por GM en 2005- y no se solapa con la de los otros coches de GM, según una fuente familiarizada con la situación. Pero aún es más de lo que BAIC tenía antes del acuerdo. El coste de las licencias para obtener semejante tecnología podría haber sido de entre 200 millones de yuanes (unos 29 millones de dólares) y 600 millones de yuanes anuales, según estimaciones de la compañía.
La probable oferta de 2.000 millones de dólares de Geely por Volvo, sacada a la venta por la estadounidense Ford, es más atrevida. Se espera que se llegue a un acuerdo en cuestión de semanas. Volvo cuenta con una marca relativamente fuerte basada en su reputación de seguridad. Pero el año pasado perdió 1.500 millones de dólares. Además, la tecnología de Volvo la comparten otros modelos de Ford. Eso pone a Geely en una posición difícil con Ford. En cambio, es probable que GM esté más tranquila en que BAIC adquiera lo que ellos ven como tecnología obsoleta.
Estas operaciones no serán revolucionarias. El acuerdo de BAIC parece razonablemente cauteloso, aunque el interés de Geely en Volvo parece más ambicioso. Pero dado que las automovilísticas chinas son vistas como compradoras de último recurso, los acontecimientos subrayan los cambios dinámicos de la industria global de automóviles.
A China le llevará tiempo salvar las ventajas competitivas de japoneses y coreanos, pero dicho momento cada vez está más cerca.
Por Wei Gu