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A la espera de la ampliación de capital

La banca acreedora apoyará a La Seda tomando el 41% de su capital

Los bancos acreedores de La Seda se harán con el 41% del capital social de la compañía si, como está previsto, la junta extraordinaria de accionistas aprueba mañana la ampliación de capital de 300 millones de euros.

El presidente de La Seda, José Luis Morlanes, ha advertido hoy de que esta ampliación, con derecho de suscripción preferente, constituye la única vía posible para garantizar la continuidad de la empresa, que se encuentra en pleno proceso de renegociación del crédito sindicado suscrito en 2006 por valor de 600 millones de euros.

"Es la única solución positiva posible. No hay alternativa a la ampliación", ha dicho el máximo responsable de la química, cuyas acciones permanecen suspendidas en bolsa desde el pasado mes de junio.

El primer tramo de la ampliación prevé convertir 150 millones de euros de deuda por capital, lo que permitirá a la banca tomar el 41% de la compañía.

Los otros 150 millones serán de nuevo capital, lo que dejará el 59% del capital restante en manos de antiguos y nuevos accionistas, entre ellos BA Vidrio, que se ha comprometido a aportar hasta un máximo de 100 millones.

Paralelamente a esta operación, la dirección de la compañía propondrá a la junta llevar a cabo una reducción de su capital social para que, una vez compensadas todas las pérdidas y dotadas las reservas, el valor nominal quede fijado en 0,1 euros por título.

Estas dos acciones, ha explicado Morlanes, permitirán consolidar y reforzar la estructura patrimonial de La Seda, incrementando de esta forma los recursos propios y reduciendo su endeudamiento financiero.

La Seda de Barcelona se encuentra inmersa en un plan de reestructuración tanto financiera como industrial que pretende garantizar su futuro tras sufrir una importante crisis interna que se saldó con la salida de su antiguo presidente, Rafael Español, y la incorporación de un nuevo equipo gestor.

El plan de reestructuración era una de las condiciones que el sindicato de 56 bancos impuso a La Seda para negociar la reestructuración de su deuda, que asciende a 600 millones.

El proyecto presentado a la banca se apoya en medidas como la venta de activos no estratégicos por un importe de hasta 300 millones, una ampliación de capital por 300 millones y el ajuste de la plantilla.

En cuanto a la desinversión de activos, Morlanes ha dicho que la compañía espera sellar la venta de la planta IQA de Tarragona antes de que finalice el año, aunque ha precisado que la actual situación financiera global está dificultando los procesos de venta de sus terrenos.

La Seda celebrará mañana jueves en El Prat de Llobregat (Barcelona) una junta extraordinaria para aprobar, entre otras cuestiones, esta ampliación de capital.

Morlanes se ha mostrado confiado en que la mayor parte de los accionistas de la compañía apoyarán la operación.

Los sindicatos piden a los accionistas que apoyen la ampliación de capital

Los sindicatos CCOO y UGT han pedido hoy a los accionistas de La Seda que apoyen la ampliación de capital por valor de 300 millones de euros que se someterá mañana a aprobación en la junta, al considerar esta operación "imprescindible" para garantizar la viabilidad del grupo.En un comunicado, las organizaciones sindicales han instado a los accionistas a que actúen "con cabeza", de manera que sus decisiones no causen más cierres ni despidos en el grupo químico.CCOO y UGT han expresado su preocupación por el futuro de la planta de El Prat de Llobregat (Barcelona), donde la producción se encuentra interrumpida desde hace más de tres meses y la dirección ha planteado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a 45 empleados."Creemos que se trata de una fábrica ajustada y moderna que, con una producción al cien por cien de su capacidad, proporcionaría los beneficios suficientes para ayudar al reflote del grupo", han indicado los sindicatos.El grupo químico se encuentra inmerso en un plan de reestructuración tanto financiera como industrial que pretende garantizar su futuro tras sufrir una importante crisis interna que se saldó con la salida de su antiguo presidente, Rafael Español, y la incorporación de un nuevo equipo gestor.El plan de reestructuración era una de las condiciones que el sindicato de 56 bancos impuso a La Seda para negociar la reestructuración de su deuda, que asciende a 600 millones.El proyecto presentado a la banca se apoya en medidas como la venta de activos no estratégicos por un importe de hasta 300 millones, una ampliación de capital por 300 millones y el ajuste de la plantilla.La Seda celebrará mañana jueves en El Prat de Llobregat (Barcelona) una junta extraordinaria para aprobar, entre otras cuestiones, esta ampliación de capital.

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