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La capitalización bursátil rondará los 1.750 millones

AOL consuma mañana su divorcio de Time Warner y vuelve a cotizar

AOL volverá a cotizar mañana en solitario en Wall Street, una fecha que vendrá a significar el fin de su relación con Time Warner. Su capitalización bursátil inicial rondará los 2.600 millones de dólares (unos 1.750 millones de euros), muy lejos de los 164.000 millones en los que se valoró la integración de ambas compañías en el año 2000.

En enero del año 2000, Steve Case y Gerald Levin, máximos directivos de AOL y Time Warner, respectivamente, se dieron la mano ante las cámaras de todo el mundo. Formalizaban el acuerdo de integración de ambas sociedades que iba a transformar los negocios de internet y los contenidos audiovisuales. La operación, en la que mandaba el entonces gigante de internet sobre la compañía de Bugs Bunny (el nombre era AOL Time Warner), superaba los 164.000 millones de dólares. Todo un símbolo de la época de la burbuja del punto.com.

Pero el camino no fue el deseado ni los resultados los previstos. Tanto fue así que, tres años después, Steve Case, máximo responsable, dejó el grupo en enero de 2003. En septiembre de ese año, y en un intento de borrar los malos recuerdos, la compañía decidió retirar AOL de su nombre y volver a ser sólo Time Warner. En mayo de 2009, tras una imparable pérdida de peso en el grupo, la empresa decidió proceder a la segregación de su filial online.

El divorcio definitivo de Time Warner y AOL se va a visualizar mañana con el retorno a cotización de esta última en el New York Stock Exchange (NYSE). Eso sí, el escenario es muy diferente. La valoración de AOL, cuyo capital pasará a estar controlado por los accionistas de Time Warner (recibirán una acción de AOL por cada 11 títulos del gigante audiovisual), va a rondar los 2.600 millones de dólares (unos 1.750 millones de euros).

AOL no tiene deuda y es rentable, pero sus ingresos siguen cayendo

AOL está inmersa en un profundo proceso de cambio para dejar atrás su histórico negocio de acceso a internet, donde tiene aún más de 5,4 millones de clientes (llegó a tener 26 millones en 2002), y concentrarse en las nuevas actividades vinculadas a la publicidad online y las redes sociales (es dueña de Bebo). Pero el proceso es lento y, según recordaba ayer The New York Times, el acceso a la Red todavía aporta el 43% de los ingresos globales.

Cúpula con gente de Google

En cualquier caso, el proceso está en marcha. Para pilotar este cambio, AOL recurrió a Tim Armstrong, hasta entonces vicepresidente de Google. El nuevo consejero delegado configuró una cúpula directiva adaptada a los nuevos tiempos de internet con ex directivos procedentes de Google y Yahoo como Brad Garlinghouse, Stephane Panier, Shashi Seth o Kate Burns.

Por delante van a tener un duro trabajo. AOL, que va a cambiar su histórico logotipo, no tiene deuda y es una empresa rentable. No obstante, su beneficio operativo cayó un 50% en el tercer trimestre y los ingresos un 23%. Su número de visitantes únicos en EE UU cayó un 7% en octubre, según la medidora de audiencias ComScore, mientras que rivales como Google o Yahoo han crecido cerca del 10%. Además, ha puesto en marcha un duro ajuste que puede afectar a 2.500 empleados, un tercio de su plantilla.

La nueva compañía y la dolorosa comparación con Google

Cuando se anunció la fusión de AOL y Time Warner, Google era una start-up con 70 empleados, según recordaba ayer Marketwatch. Pero, sólo cinco años después, las cosas eran ya muy diferentes. Google llegó a un acuerdo con Time Warner para comprar un 5% de AOL por 1.000 millones de dólares. La operación tampoco tuvo mucho éxito porque cuatro años después, Google vendió la participación a su antiguo dueño por 283 millones. Aunque las cifras son muy distintas. Google tiene una capitalización de 185.000 millones de dólares y una plantilla de 20.000 trabajadores. AOL, símbolo de la era de la web 1.0, va a tener un valor próximo a 2.600 millones y busca recortar un tercio de su plantilla de 7.500 empleados.

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