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Columna
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Repsol y su política de dividendos

El éxito cambia el perfil de Repsol
El éxito cambia el perfil de RepsolBLOOMBERG

Luis del Rivero se queja de que Repsol debería comportarse como sus competidoras en lo tocante a los dividendos. El presidente de Sacyr Vallehermoso, que es el mayor accionista de Repsol, cree que el grupo no debería haber recortado su dividendo, sino que tendría que haberlo subido. Incluso advierte de un posible éxodo de accionistas.

Aunque Repsol no es como sus competidores. Todas las compañías petrolíferas se enfrentan a una difícil decisión con la búsqueda de equilibrio entre inversión y dividendos. Pero la tarea de Repsol es particularmente complicada. El grupo no reemplaza sus reservas con la suficiente celeridad. Los beneficios han sufrido mucho este año por culpa de la caída de precios del crudo y del gas, así como por los bajos márgenes del refinamiento en España. Pero Repsol se va a gastar hasta 2012 en torno a 6.000 millones de euros anuales en inversiones en lugares como el Golfo de México o Brasil, donde recientemente ha hecho importantes descubrimientos.

El recorte del dividendo es sensato, si es que la alternativa era recortar la inversión. Pero el movimiento sólo ahorrará unos 240 millones al año. Incluso con el recorte del pago a los accionistas, Repsol necesita recurrir a más deuda para mantener sus gastos de capital. Las previsiones de los analistas sitúan este año el crecimiento de la deuda de los 7.000 a los 17.000 millones de euros, o sobre el 40% del capital empleado. La agencia de rating Moody's ya tiene al grupo en observación.

Repsol tendrá que hacer más, incluyendo aquí la venta de activos. Vender YPF, el negocio argentino que acapara cada vez menos producción, tendría la ventaja añadida de elevar dramáticamente el crecimiento total de Repsol. Pero una solución más obvia sería vender la participación del 30% de la catalana Gas Natural. Eso podría aportar en torno a 4.000 millones. Dicho esto, hay que tener en cuenta que La Caixa, el segundo mayor accionista de Repsol, querría asegurarse entonces de que el holding acabe en manos amigas, dado que también controla un 36% de Gas Natural.

No es difícil entender por qué Sacyr se hace el ciego ante estas consideraciones. Ya pagó demasiado por su participación del 20% en Repsol, que compró con deuda. Sacyr no tiene una manera obvia de repagar un préstamo de 5.000 millones de euros cuando venza en 2011. Depende fuertemente de los dividendos de Repsol. Pero éstas no son razones suficientes para que la petrolera acepte adoptar una política de pagos irresponsable.

Fiona Maharg-Bravo

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