_
_
_
_
A fondo

Conversaciones de Ordóñez, Feijóo y Camps

El supervisor busca fusiones virtuales entre cajas del mismo partido.

Conversaciones de Ordóñez, Feijóo y Camps
Conversaciones de Ordóñez, Feijóo y Camps

En las últimas semanas el Banco de España se ha puesto a trabajar a toda máquina con un objetivo prioritario: finalizar el mapa financiero español antes de primavera.

Lógico, no sólo porque 2010 será el año más complicado para la banca española, sino también porque Bruselas puede frenar las ayudas a la banca antes de que en España comiencen a concederse. Como Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha elegido los colores políticos regionales -argumento que no debería emplearse si las cajas estuviesen despolitizadas-, además del tamaño y solvencia. A priori parece más sencillo unir entidades gobernadas por el mismo partido. Pero sólo es una teoría.

Ante ello, el gobernador ha acelerado las reuniones y conversaciones con los diferentes presidentes de los gobiernos regionales. Entre el viernes y el miércoles han sido dos los responsables de Comunidades Autónomas del PP, Alberto Nuñez Feijóo, de la Xunta de Galicia, y Francisco Camps, presidente de la Generalitat, quienes han debatido con el Banco de España el futuro de las cajas de sus regiones. En ambos casos, les ha comunicado la necesidad de abordar cambios en el mapa de sus entidades de ahorro en el menor tiempo posible. Es decir, ya, puesto que la coyuntura económica que se presenta en 2010 augura mayores problemas para las cajas. "Tenéis problemas en casa. Tenéis que buscar soluciones". Así resumió Cristóbal Montoro, coordinador económico del PP, el mensaje que está lanzando Ordóñez a los presidentes autonómicos.

Se da la coincidencia de que Galicia como la Comunidad Valenciana están gobernadas por el PP. Y en ambos casos sus responsables son proclives a crear una única caja con la fusión de Caixanova y Caixa Galicia por una parte, y de Bancaja y Caja del Mediterráneo (CAM) por otra -también Caixa Ontiyent-. Pero la idea del Banco de España es otra. Prefiere fusiones interregionales, algo que ahora sólo puede darse en forma de sistemas institucionales de protección (SIP) o fusiones virtuales, en las que se consolida a través de una sociedad conjunta -preferiblemente un banco-, sin que las cajas pierdan sus marcas regionales ni obra social.

Y así lo está transmitiendo. Una idea que obsesiona a Ordóñez es que la reestructuración cueste al contribuyente lo menos posible. Y las fusiones regionales, y sobre todo las de Caixanova y Caixa Galicia, con bastantes duplicidades, y la de CAM y Bancaja -que puede provocar un recorte de 4.000 empleos, según el presidente del PP de Alicante y de la Diputación, José Joaquín Ripoll-, llevarán consigo importantes peticiones de ayudas públicas. Además, los expertos consideran que estas uniones no darán como resultado entidades mucho más fuertes.

De ahí que la idea que ha trascendido de estas reuniones es la preferencia del Banco de España por la creación de un SIP entre CAM, Caixa Galicia y Caja Madrid. Algo que fue denunciado por el consejero de Economía de la Generalitat, Gerardo Camps. Feijóo ha sido más sutil y se ha dado 10 días para tomar una decisión y ha convocado reuniones con las cajas, sindicatos, y distintos agentes económicos para llegar a un consenso. Eso sí, sobre las denuncias de su partido de que es el propio Banco de España es el que alienta esta fusión, Feijóo prefiere omitir su opinión "por responsabilidad". Pero eso no significa "que no la vaya a dar. Pero no de momento, por ser respetuoso", aseguró ayer.

Archivado En

_
_