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Nuevos hallazgos

Repsol: el que busca (petróleo) lo encuentra

Los 17 hallazgos de la petrolera este año no son fruto del milagro, sino de fuertes inversiones

Repsol: el que busca (petróleo) lo encuentra
Repsol: el que busca (petróleo) lo encuentraCinco Días

Viernes 30 de octubre. Repsol anuncia dos nuevos descubrimientos de petróleo en aguas profundas del Golfo de México, en el pozo denominado Shenzi-G104. Se trata del último hallazgo de la petrolera española, pero, con toda probabilidad, no será el último de este año, donde los descubrimientos de hidrocarburos se han sucedido hasta superar la cifra de uno al mes, en total, 17. Además, algunos han sido sonados, como los de la Cuenca de Santos, en Brasil o el de gas en la costa de Venezuela, que, en un alarde de populismo, filtró el propio presidente, Hugo Chávez, en una librería de la Gran Vía aprovechando un viaje oficial a España.

Pero, ¿qué está pasando? ¿Por qué tantos anuncio sin precedentes? ¿Son reales los cálculos del crudo encontrado o forman parte de intencionadas campañas de imagen? En este último supuesto, conviene recordar que, tras su llegada a la presidencia de Repsol, Antonio Brufau no tuvo reparos en revisar a la baja (en un 25%) el valor de las reservas de la compañía.

El director general del área de Exploración y Producción de Repsol (upstream en el argot petrolero), Nemesio Fernández-Cuesta, asegura que los importantes hallazgos de este año y el anterior no son fruto de un milagro (aunque la petrolera cree también en la suerte) sino del esfuerzo económico del grupo, que durante los primeros años de esta década tuvo que congelar sus inversiones para digerir la fusión con su filial argentina, YPF. æpermil;sta absorbió tales recursos que obligó al grupo a abandonar sus exploraciones en Indonesia, Egipto y Reino Unido. Como ejemplo, en 2003, Repsol sólo perforó cinco pozos fuera de Argentina.

En la compañía también reconocen que los bajos precios del petróleo, hasta las fuertes subidas de hace dos años, desalentaron las inversiones en exploración. Una actividad, cuyo nivel de fracaso es elevado, pues las probabilidades de tener éxito están entre el 20% y el 30%. Pero a partir de 2005 la situación cambió, tras la decisión de independizar el negocio de Argentina, que pasó a considerarse una división del grupo, al margen de la organización geográfica. Tal como recuerda Fernández-Cuesta, ese año, Repsol anunció que "el upstream sería el vector de su crecimiento orgánico".

Y así ha sido: el presupuesto en exploración y producción ha crecido de forma notable (700 millones de dólares al año) y la plantilla técnica se ha duplicado, hasta sumar 1.500 personas. La captación de técnicos (los hay de 42 nacionalidades distintas) resulta tan difícil como encontrar crudo.

Además del esfuerzo económico el cambio en los procedimientos también ha contribuido al éxito, gracias a las exploraciones en al mar (offshore), que permiten multiplicar las capacidades, con menores fronteras y la posibilidad de sumergirse hasta los 3.000 metros.

Repsol, presente históricamente en el norte de África (en Argelia y Libia, donde va a lanzar un proyecto con ocho millones de metros cúbicos de gas) Trinidad & Tobago y el norte de Latinoamérica, sitúa ahora sus apuestas en dos nuevas zonas: Estados Unidos (Golfo de México) y Brasil. Este país puede considerarse el verdadero tesoro de la compañía, con importantes yacimientos frente a Río de Janeiro, en las cuencas de Santos, Campos y Espíritu Santo. De los hallazgos realizados este año, cuatro se encuentran en el país suramericano y los tres mayores del mundo en 2008 se realizaron en la cuenca de Santos, uno de ellos (Guará) de Repsol. La petrolera española participa en 21 bloques, en 11 de ellos como operadora, y es la primera compañía extranjera por dominio minero exploratorio offshore.

El milagro brasileño

Según las estimaciones oficiales, Brasil prevé producir un millón de barriles diarios en 2016 y dos millones de barriles en 2023, con lo que se convertiría en la octava mayor reserva probada de hidrocarburos del mundo, con un 2% de la producción mundial (ahora en 84 millones de barriles/día). Según los analistas, esto le permitiría entrar en la OPEP y reforzar su poder político en el continente americano. Además, según Repsol, los desafíos técnicos en la zona son destacables: trabajar a 2.000 metros de profundidad a dos o tres grados de temperatura.

Entre la exploración de gas (el yacimiento de Venezuela antes citado, Perla 1X, es el mayor de su historia) y de petróleo hay una diferencia esencial: el precio de ambos en los mercados internacionales. Mientras el barril de crudo se sitúa entre 75-80 dólares, el equivalente de gas -más caro de transportar y con más competencia- cotiza a 20 dólares.

En un negocio que realiza en consorcio con otras petroleras y especialmente con empresas estatales, Repsol busca "atajos políticos". Los países petroleros "tienen grandes desigualdades y necesitan un fuerte desarrollo económico", señala Nemesio Fernández-Cuesta. Y, aunque es frecuente que quienes acceden al poder en estos países caigan en la tentación de "hacer la revolución", como en Bolivia o Rusia, "si aguantas esa fase de revolución, cuando llega la de la evolución encuentras tu sitio", concluye.

Repsol es experta en este tipo de supervivencias, tras haber superado nacionalizaciones, expropiaciones, ocupaciones de sus plantas y cambios regulatorios.

De cómo un descubrimiento acciona la cotización en Bolsa

La influencia del anuncio de un descubrimiento de crudo por parte de una petrolera y su cotización es un hecho contrastable. Y es que, según un experto, la especulación puede planear en torno a ellos.En el caso de Repsol, los 17 hallazgos que ha comunicado en lo que va de año se han traducido en una revalorización de sus acciones del 31,21%. æpermil;stas cerraron el pasado viernes a 18,5 euros.El proceso desde que se realiza el hallazgo hasta que se anuncia provoca fricciones internas entre los técnicos (cuyos datos resultan enigmáticos) y los encargados de traducirlos a un lenguaje inteligible por el mercado. En primer lugar, la empresa necesita la autorización del país de turno (muchas veces éste hace su filtración) y los socios para contar el evento a través de tres comunicaciones (dos técnicas) que incluyen la longitud del reservorio, el flujo (gas o petróleo) y la apertura de la válvula. Pero estos datos de nada sirven al mercado, que exige otros que muchas veces se fuerzan: el tamaño y las primeras estimaciones de reserva y producción (en el caso de Repsol, ésta se traduce en el consumo de España en un año).Una vez proporcionados los datos, los analistas realizan sus cálculos del coste de la producción, el precio del barril o la tasa de descuento. De ello se desprende un valor x que será el encargado de accionar la cotización.

Una compañía en proceso de transformación

Teniendo en cuenta que el plazo que transcurre entre un descubrimiento y la producción final está entre cuatro y seis años, a mediados de la próxima década la fisonomía y el valor de Repsol habrán cambiado sustancialmente. En estos momentos, sus reservas probadas, según la SEC, son de 1.060 millones de barriles y su tasa de reemplazo fue del 64% en 2008.La relevancia de algunos descubrimientos, como los de Brasil, la atestigua el hecho de que han sido acotados a nuevos inversores dada la suculencia que se atribuye a los mismos. Los 21 bloques del grupo español tienen una superficie de 149.000 km2.En Repsol no disimulan la frustración por el veto del Gobierno a explorar en las costas de Canarias, en la plataforma continental africana, donde la compañía ha identificado 10 o 12 estructuras. En este caso, y frente a la contestación política y social a los trabajos de exploración, la compañía recuerda los avances medioambientales que se han logrado.En una actividad que se realiza en consorcios por las fuertes inversiones y el riesgo que entraña, estos se rigen por acuerdos que exigen unanimidad en las decisiones. La operadora que dirige el proyecto se libra así de responsabilidades.

Arbitrajes

El mundo del upstream está plagado de arbitrajes internacionales (entre socios o con los países en los que se trabaja). "La mayoría de las veces acudes al arbitraje, donde suele imperar el sentido común, para evitar precedentes", señalan en Repsol.El más importante que libra en estos momentos es el interpuesto contra Sonatrach. Repsol y Gas Natural denunciaron hace dos años al grupo estatal argelino por romper el contrato del macroproyecto de Gassi Touil.

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