Grifols mima a Estados Unidos
"Uno va por Sonoma, ve los viñedos californianos, y es todo como francés cuando en realidad los primeros que vinieron aquí fueron los españoles. Ahora aquí vienen pocos españoles". Quien así se lamentaba el pasado lunes es Víctor Grifols, presidente de la empresa farmacéutica-hospitalaria Grifols. Realmente, California es un estado donde apenas hay presencia empresarial española. La mayor parte de las inversiones que se hacen en EE UU se centran en la costa Este.
Para la compañía fundada en 1940 por José Antonio Grifols, EE UU es un centro absolutamente vital para su negocio de hemoderivados, derivados del plasma sanguíneo humano de los que se produce, por ejemplo, sueros o fármacos para hemofílicos. Y por ello han estado presentes desde 1990. Eso sí, el salto cuantitativo se dio en 2002, cuando compró una empresa dedicada a la recogida y análisis de plasma, y en 2003, fecha en la que se hizo con los activos de Alpha therapeutics, una filial de Mitsubishi Pharma en Los Ángeles.
Ahora, esta empresa -que es la cuarta mundial en su sector- tiene en esta inmensa ciudad californiana su sede, un complejo en expansión desde cuyas oficinas se centraliza el trabajo de 3.300 empleados en EE UU y que están decoradas grandes fotografías murales de la ciudad de Barcelona. En esta localización desde la que se divisan las montañas que rodean a la ciudad, hay una fábrica de hemoderivados y se está construyendo una segunda planta de purificación (Flebogama Dif), que es gemela a la que tiene en Barcelona. Es una fábrica en la que trabajarán 300 personas y de la que se espera retirar los andamios en junio del año que viene. Aunque se calcula que empezará a operar en 2013.
Aunque la compañía opera en 90 países, EE UU es uno de los lugares mimados por esta empresa y de hecho desde 2003 hasta 2007 se han invertido más de 300 millones de euros en este país y se está camino de invertir otros 210 millones más entre 2008 y 2012. Semejante esfuerzo permite que su cuota en el mercado de hemoderivados en este país sea del 10% y su facturación de 290,7 millones de dólares el año pasado, el 36% de la total.
El centro de Los Ángeles se completa con un centro de análisis de plasma en Austin (Tejas) y otro que se va a construir en la localidad de San Marcos. En esta ciudad tejana, la empresa construirá una fábrica más de hemoderivados este mismo año (que se abriría en 2014) y un almacén.
Pero no es sólo una cuestión de mercado final. Grifols, como el resto de las compañías que trabajan con derivados de plasma, tienen en EE UU la mayor parte de su materia prima. "El 80% de los donantes de plasma son americanos", explican en Grifols.