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Crisis financiera

EE UU ordena una fuerte rebaja en los salarios de las empresas intervenidas

El mantenimiento de sueldos millonarios en Wall Street se ha convertido en algo insostenible, popular y políticamente, desde que el Estado comprometió ayudas públicas para que las empresas no cayeran. La solución ha venido de la mano de Kenneth Feinberg, un mediador, nombrado por el Gobierno, para ajustar las cuentas en las empresas que más dinero han recibido. Feinberg quiere recortar la compensación a la cúpula de siete compañías en un 50%.

El dictamen de este hombre, más conocido como el pay master, se hizo oficial a primera hora de la tarde de ayer y afecta a la cúspide ejecutiva de AIG, Citigroup, Bank of America, General Motors, Chrysler y las divisiones financieras de estas dos compañías. GMAC, la filial bancaria de GM opera el banco en internet Ally Bank. Una de las decisiones cruciales de Feinberg es la reducción, en una media del 50%, de las compensaciones de los 25 ejecutivos mejor pagados de estas empresas que han recibido y mantienen ayudas públicas excepcionales. Los cambios se aplicarán en noviembre y Feinberg dijo que no sabía si estos recortes tendrían efecto más allá de los 25 mejor pagados.

Esta decisión es irrelevante para otras entidades financieras en las que se van a recibir pagas multimillonarios, empezando por Goldman Sachs, donde ya se han provisionado cantidades similares a las de 2007, un año récord en bonus y Morgan Stanley. Ayer, su consejero delegado, John Mack, al hablar de las compensaciones adelantó que iba a ser "controvertido, pero es lo que es".

La parte de la compensación que se reciba en dinero líquido, en las siete firmas que caen bajo la órbita de la decisión de Feinberg, se va a rebajar hasta un 90% en el caso de los 25 empleados mejor pagados y el resto va a ser reemplazado por acciones que solo podrán ser vendidas dentro de un cierto número de años. Las acciones que forman parte del bonus solo se podrán vender cuando se devuelva el dinero público. Con ello se trata de alinear las compensaciones a la evolución a largo plazo de las compañías y no simplemente prestar atención al corto plazo para determinar el éxito de una estrategia empresarial.

Para Don Lindner, especialista en prácticas de compensación de la consultora WorldatWork, la acción es "muy severa porque rebaja las compensaciones a niveles muy por debajo de donde está el mercado".

Límite a los complementos salariales

En algunas de estas empresas se calcula que el salario base de los afectados no excederá el medio millón de dólares y además habrá un límite a extras como las entradas a los clubs, uso de aviones o coche de la empresa. En estos casos, los costes no pueden exceder 25.000 dólares y, en caso de que lo hagan, hay que pedir permiso.

Feinberg, que desde su nombramiento en marzo ha negociado con responsables de estas compañías en su oficina en el Tesoro, también quiere que en la filial de productos estructurados de AIG nadie cobre más de 200.000 dólares al año, toda una rebaja para personas que fueron compensadas a principio de año con unos bonus que sumaban 198 millones de dólares. Estos bonus desataron una fuerte controversia y ya no solo porque AIG haya recibido 180.000 millones de dólares de los contribuyentes sino porque fue esta filial, que gestionaba derivados, la que originó el agujero negro que terminó poniendo a esta aseguradora al borde de la ruina. AIG se comprometió con el Gobierno a recortar esos bonus pero aún no lo ha hecho y puede ser demanda por sus beneficiarios pues había un contrato.

Lidner admite que el Gobierno y Feinberg, "tenían la obligación de hacer algo y asegurarse de que hubiera una gestión sensible" pero cree que la rebaja es tan grande que "va a haber una fuga de talentos" y estas empresas no podrán encontrar sustitutos. De momento, y desde el año pasado 40 personas han dejado AIG.

Paul Hodgson, de The Corporate Library, una consultora dedicada al buen gobierno, cree que el mercado laboral de Wall Street no es tan grande "como para que sea fácil que haya esta fuga de cerebros en masa". Pero ni Hodgson ni Linder creen que el resto de la banca vaya a tomar nota del mensaje de Feinberg y aplicar cambios en su estructura de salarios. "No lo necesitan", decía Hodgson.

"La rebaja es severa y deja los salarios muy por debajo de los niveles del mercado"

Frentes abiertos en la Fed y el Congreso

Barack Obama no conoció hasta ayer la decisión de Ken Feinberg. Este mediador, que fue el encargado de dictaminar la compensación para las víctimas del 11S, ha operado con total autonomía y solo informó anteayer al Tesoro. Por la Casa Blanca, nunca se pasó.El presidente, no obstante, alabó ayer la labor de Feinberg después de decir que aunque el mercado funciona mejor cuando se recompensa el trabajo duro, las pagas que se estaban viendo en Wall Street ofenden a los valores de los contribuyentes. Obama aprovechó para animar al Congreso a que apruebe una propuesta demócratas con la que se aumente el poder de los accionistas para decidir el sueldo de los directivos.A esa batalla del Congreso se une la Fed que ayer presentó unas líneas de actuación sobre compensaciones para la gran banca que han estado varios meses bajo estudio. Estas directrices tienen un alcance mayor a largo plazo que las decisiones de Feinberg ya que afectan a más entidades aunque son más vagas en su planteamiento. La Fed, en su papel de supervisor de banca comercial quiere revisar que la compensación de los 28 mayores bancos del país no crean incentivos para que se tomen riesgos excesivos como los que han desencadenado esta crisis.El presidente de la Fed, Ben Bernanke dijo que las prácticas compensatorias en algunas organizaciones bancarias han descolocado los incentivos. "La Reserva está trabajando para asegurar que los paquetes de compensación vinculan apropiadamente la recompensa a prácticas viables a largo plazo". La Fed advierte que actuará cuando vea que las compensaciones o gestión de riesgo de los bancos "impongan un riesgo a la seguridad y solidez de la organización y esta no las corrija

Las cifras

200 Mil dólares es el máximo anual que pueden cobrar los empleados en la división de productos estructurados de AIG. Este salario está por debajo de lo que el Gobierno considera una renta alta (250.000 dólares).25000 dólares es el máximo anual que se puede gastar un emjecutivo en extras como el coche con chofer o la entrada al club de golf. Para sobrepasar esta cantidad hay que pedir permiso al Gobierno.

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