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Contraopa

Telefónica desafía a Vivendi y ofrece 2.550 millones para crecer en Brasil

Telefónica ha dejado claro que en el mundo de los negocios no hay amistades. La operadora española se ha cruzado en el camino de Vivendi y en el deseo de la francesa de entrar en Brasil con una contraopa por la teleco de telefonía fija y banda ancha GVT. Paga 2.550 millones de euros, un 14% más de lo que había ofrecido Vivendi y con una prima del 52% sobre la cotización de los últimos seis meses.

GVT es una teleco pequeña en Brasil. Opera en 82 ciudades, tiene beneficios y su cuota de mercado es del 2,5% en telefonía fija y del 5% en banda ancha. Pero cuando un rival quiere utilizarla para entrar en el país y reforzar la competencia, su valor sube. Y más cuando se mira el mercado y se descubre que es casi la única forma de crecer y expandirse fuera del territorio asignado, para cubrir la mayor parte del PIB de la nación. Si a eso se une que se trata de un país que acaba de ganar los Juegos Olímpicos de 2016 y que se está convirtiendo en una de las economía con mejores perspectivas del mundo, entonces el deseo escala de forma exponencial.

æpermil;sas son las cuentas que ha hecho Telefónica y que han llevado al lanzamiento de una contraopa de 2.550 millones de euros en efectivo por GVT, según la operación anunciada ayer. Una oferta que colisiona de lleno con la estrategia de Vivendi, con la que Telefónica está dispuesta a aliarse para comprar y gestionar activos en España. Pero Brasil es otro mercado y allí las condiciones no son las mismas. La entrada de Vivendi en el país carioca es un riesgo a evitar, que se ha enfrentado con una oferta que es un 14% superior a la planteada por la francesa en septiembre.

En ese momento, los financieros de Telefónica consideraron muy alto el precio ofrecido por Vivendi, según fuentes cercanas a Telefónica. Pero en las semanas transcurridas han echado cuentas y están dispuestos a pagar una prima del 52,4% sobre la cotización media de GVT de los últimos seis meses.

La oferta ya está lanzada. Telesp, la filial de telefonía fija brasileña de la que Telefónica tiene el 88% es la empresa que la ha formalizado. Ahora, los accionistas de GVT tienen que decidir. En teoría, Vivendi tenía el acuerdo de los socios que controlan la operadora, sus fundadores. Pero en sus manos sólo está el 31,1% del capital. El resto, el 68,9%, cotiza en Bolsa, así que la operación sería incluso posible en contra de los fundadores. Pero puede que ni siquiera tenga que ser así, puesto que, aunque no hay acuerdos oficiales, fuentes conocedoras de la operación aseguran que Telefónica no habría lanzado esta oferta si no tuviera algunas adhesiones ya pactadas en la mano. Eso significa que o los accionistas de control han cambiado de bando o hay socios institucionales con grandes paquetes que ya han dado el sí.

En cualquier caso, lo que no habrá es una sociedad compartida. La opa de Telefónica está condicionada, entre otras cosas -como que lo apruebe el regulador-, a una aceptación del 51%.

Los accionistas parecen tener claro el ganador. Los títulos de GVT se dispararon ayer hasta el nivel más alto de su historia; varios reales por encima del precio ofrecido por Vivendi. La francesa no ha querido desvelar cuál será su próximo paso, pero pocos analistas cuentan con una guerra de ofertas.

Sobre todo, porque Brasil puede ser un mercado atractivo para entrar para Vivendi, pero no es estratégico. Sí lo es para Telefónica y más si implica crecimiento en telefonía fija y banda ancha. Y es que la española tiene una presencia nacional en móvil, pero no en telefonía fija, donde Telesp sólo tiene licencia para operar en el Estado de São Paulo y alguna ciudad más. Pese a ello, esta compañía facturó 3.060 millones de euros en el primer semestre y ganó 398,4 millones.

La compra de GVT daría a Telefónica cobertura en las zonas donde se genera la mayoría del PIB de Brasil. Por eso, aunque el precio es alto, los analistas destacan la complementariedad y las sinergias.

Día del inversor

Para algunos analistas, el desembolso a realizar en GVT puede reducir la flexibilidad de Telefónica para anunciar mañana una subida del dividendo y una amplia recompra de acciones. Otras fuentes, sin embargo, creen que no será así y que Telefónica tiene fortaleza financiera para ambas cosas.

Un precio alto, pero justificado

Telefónica lleva años advirtiendo del potencial de Brasil. El presidente de la filial en Latinoamérica, José María Álvarez-Pallete, ha alertado en todos los foros a los que ha acudido del cambio experimentado, de la solvencia de la nación y de la fortaleza de la clase media. Las agencias de rating han terminado por darle la razón y ahora Brasil brilla en medio de una crisis que ha dinamitado las economías de los países teóricamente más desarrollados. Además, se trata de un mercado emergente, con un potencial de crecimiento muy superior al de los países occidentales. La penetración de la telefonía fija es del 22% y la banda ancha supera por poco el 5,6%.Eso no quita para que la mayoría de los analistas hayan destacado que la oferta lanzada por GVT es defensiva. Habría que ver qué hubiera sucedido sin Vivendi dando el primer paso. También coinciden en que el precio es alto. "Telefónica ofrece 10,2 veces valor empresa sobre Ebitda de 2009 y 7,5 veces el de 2010, que no es un precio bajo para un activo de Latinoamérica", dice el análisis de Fortis. "El precio es relativamente alto", concuerda Oddo.Pero los expertos coinciden también en que el precio se compensa con el potencial de sinergias y crecimiento que se consigue al hacer un operador de telefonía fija casi nacional que, además, puede complementarse con Vivo. Moody's, por su parte, ha descartado una rebaja del rating.

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