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Crisis

El Nobel Krugman dice que la actual caída del comercio mundial "es peor" que en la Gran Depresión

El premio Nobel de Economía Paul Krugman advirtió hoy de que, con motivo de la crisis, el comercio internacional ha sufrido su mayor caída, peor incluso que la de la Gran Depresión, y expresó sus dudas sobre su pronta recuperación.

"En materia de comercio internacional, esto no es como en la Gran Depresión, es peor", dijo el columnista del New York Times durante su intervención en la última jornada del World Business Forum celebrado en Nueva York.

El también economista de la Universidad de Princeton, que ganó el Nobel precisamente por sus trabajos en esta materia, argumentó que la crisis económica ha ido acompañada de una fuerte caída del comercio internacional, más aguda que la registrada en la recesión de la década de los treinta y que además ha contribuido a endurecer los efectos de la recesión.

"El comercio mundial ha actuado como un mecanismo de transmisión de la recesión, incluso hasta los países con sistemas financieros relativamente saludables", explicó Krugman, para el que este fenómeno era un claro ejemplo del grado de globalización de la economía.

Reconoció que la Administración estadounidense se ha comportado como un "estabilizador" y ha evitado un "apocalipsis" desencadenado por una excesiva ingeniería financiera, que llenó los mercados de un tipo de deuda que es "como la carne picada: Uno no puede saber realmente lo que se está comiendo en la hamburguesa".

El mercado laboral sigue deteriorándose

"Basándonos en los datos del PIB (estadounidense), la recesión ya ha terminado, puesto que hemos vuelto al crecimiento. El riesgo de depresión ya ha pasado, y todos los indicadores apuntan a la recuperación, pero el mercado laboral sigue deteriorándose, así que la recesión puede haber acabado, pero los malos tiempos en absoluto", apuntó Krugman.

En ese sentido explicó que normalmente las crisis financieras van acompañadas de "largos periodos malos" para el crecimiento económico, por lo que "con ésta, que es la madre de todas las crisis financieras sincronizadas", es previsible que la plena recuperación se haga esperar varios años.

Para superar los efectos de la crisis en el empleo y en el comercio internacional, Krugman rechazó la conveniencia de acudir al proteccionismo de los mercados, una medida que a menudo se ha dicho que contribuyó a empeorar la situación durante la Gran Depresión.

Aún así consideró razonable la adopción el mes pasado por parte del Gobierno estadounidense de aranceles para algunos tipos de neumáticos procedentes de China, pese a que hubo quien lo interpretó como un primer paso hacia el proteccionismo como vehículo para paliar los efectos de la crisis.

"Mientras se respeten las normas del juego, es lógico que se tratan de proteger un poco los mercados para dar tiempo a la gente a que se adapte a los cambios", argumento Krugman, quien añadió que se trata de una medida "temporal" que no viola los acuerdos comerciales internacionales.

En tono jocoso añadió que, en cualquier caso, el comercio entre China y Estados Unidos en los últimos años no ha estado muy descompensado: "ellos nos vendían juguetes envenenados y marisco contaminado, y nosotros les vendíamos activos tóxicos".

El economista explicó que lo más conveniente sería facilitar al máximo el comercio internacional, pero advirtió de que posiblemente no se vuelvan a ver crecimientos tan fuertes como en otros momentos de la historia, en parte debido al elevado precio de los combustibles, que encarecen todo el proceso, y a los gravámenes que se impongan para combatir el cambio climático.

Apuntó que tradicionalmente los países se recuperaban de una crisis aumentando al máximo sus exportaciones, pero en este caso en que la recesión ha sido mundial, "tendremos que acostumbrarnos a vivir en un mundo diferente, a no ser que encontremos otro planeta con el que establecer relaciones comerciales".

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