El Gobierno planea rebajar las cuotas por enfermedad profesional
La Seguridad Social prevé un nuevo superávit pese a la caída de ingresos por cotizantes.
La Seguridad Social ha sido en los últimos diez años la salvadora de las cuentas públicas, aportando siempre un abultado superávit a la Administración. Desde el Palacio de la Moncloa pronostican que este buque insignia se mantendrá a flote también en 2010, pese a registrar una caída de los ingresos por cotizaciones del 4,5% hasta los 107.376 millones de euros.
Así, el Gobierno estima que el sistema finalizará el próximo año con un superávit del 0,2% del PIB, lo que supone algo más de 2.000 millones,mientras que para este ejercicio trabajan con una horquilla que comprende entre el 0,3% y el 0,6%.
Especialmente llamativa resulta la previsión que incluyen los Presupuestos Generales de 2010, de que se efectuará "una revisión de la tarifa de primas de accidentes profesionales" que "reducirá los costes laborales" que pagan los empresarios.
Este hecho pasó inadvertido durante la presentación efectuada ayer por la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado. La cita, sin embargo, supone la primera aproximación que el Ejecutivo plantea sobre una rebaja de cotizaciones desde la ruptura del diálogo social.
Durante el proceso de negociación, el Ejecutivo ofreció un recorte de 0,5 puntos en las citadas cuotas por contingencias profesionales (unos 1.600 millones de euros), que la CEOE consideró insuficiente. Tras el fracaso del pacto social, el Ministerio de Trabajo negó que su agenda incluyera abaratar el coste de las cotizaciones, lo que finalmente podría ocurrir el próximo año.
El documento presupuestario justifica la decisión como una contribución "al objetivo de generar empleo y riqueza", sosteniendo que la reducción se hace posible por "la situación estratégica' de las cuentas del sistema.
En concreto, la Seguridad Social prevé ingresar 119.486 millones, unos 4.000 menos que lo calculado para 2009. La diferencia estriba en la disminución de las cotizaciones pagadas por las empresas y los trabajadores, que suponen casi el 90% del total de recursos. æpermil;stas caen un 7,7%, como consecuencia del aumento del paro, que a su vez provoca un crecimiento del 35,4% en las aportaciones de los desempleados con cobertura contributiva.
Las transferencias estatales, que son el siguiente concepto de mayor peso en los ingresos, crecen un 11,8%, hasta los 8.289 millones, principalmente en dos partidas. De un lado los 1.565 millones dedicados a la cobertura del Sistema de Atención a la Dependencia. Por otro, los 300 millones adicionales que el Estado dedica a los complementos a mínimos (diferencia entre la cuantía de la pensión a la que se tiene derecho y la cantidad mínima que se cobra).
Esta última asignación forma parte del objetivo de separación de fuentes acordado en el Pacto de Toledo, y que suma ya 2.700 millones a cuenta de impuestos. Sin embargo, el coste total asciende a 6.000 millones, por lo que los sindicatos reclaman al Gobierno que planifique incrementos mayores en los próximos años para que la diferencia no siga pagándose con cotizaciones.
Las pensiones crecen un 1%
El capítulo del gasto, por su parte, recoge un montante presupuestado de 116.606 millones de euros. De ellos, la partida más significativa es la de las pensiones contributivas, que suman 95.320 millones. Mientras las pensiones mínimas crecerán entre un 2% y un 5% (una media del 4%), las de carácter universal serán revalorizadas un 1%. Un dato que resulta significativo pues revela la previsión de inflación con la que trabaja elMinisterio de Economía. Esta cifra, a su vez, supone un aviso a navegantes de cara a la negociación salarial que sindicatos y patronal mantienen pendiente.
En cuanto a las prestaciones por incapacidad temporal (IT), la Seguridad Social pronostica un descenso del gasto del 9,5%, debido almenor número de ocupados y al mayor incremento del control sobre las bajas. Precisamente al programa de supervisión de las contingencias comunes, el Gobierno dedicará otros 300 millones de euros, dentro del plan de Trabajo para atajar el absentismo laboral.