El nuevo papel de las escuelas de negocios
La crisis va a servir para poner las cosas en su sitio. ¿Cuántas veces han oído esta frase en los últimos tiempos? Yo, muchas. Cada vez que entrevisto o charlo con algún directivo o profesional, con independencia del sector al que se dedique. Parece que con esta crisis se va a hacer una limpieza tremenda y que sólo van a quedar los buenos, los mejores, aquellos que hacen las cosas bien. Tengo mis dudas de que sea así. Hay gente buena, muy buena, que se ha quedado fuera del mercado de trabajo y ahí la crisis no ha sido justa. No distingue, es como cuando un huracán arrasa una ciudad, no diferencia, pero sí que es cierto que primero se lleva las casas sin cimentar, las de los pobres, y las de los que tienen más recursos resultan dañadas, pero menos.
Sin embargo, quienes creo que tienen que jugar un papel fundamental, debido a la situación de privilegio que tienen dentro de la sociedad, son las escuelas de negocios, a las que les otorgo un gran protagonismo en el desarrollo y despegue económico de España en los últimos años. Han ayudado a formar a un cuerpo de élite directiva. Los ejecutivos españoles, al margen del miedo natural que puedan tener por la falta de dominio de otros idiomas, son respetados fuera de España. Los logros conseguidos en los últimos años no pueden ser despreciados y conviene que los valoremos. De hecho, la reputación de las escuelas de negocios españolas ha ido en aumento en los últimos tiempos. Conviene recordar que más del 75% de los alumnos que reciben en sus aulas son extranjeros. Y ese es un mérito que debemos reconocer.
Ahora bien, en lo que deben volcarse a partir de ahora es en los temas de responsabilidad corporativa y en los valores, la gran asignatura pendiente de la clase empresarial. Aunque no se puede ni se debe generalizar porque creo que hay muchos más empresarios honrados que estafadores, sí que es cierto que éstos últimos hacen mucho más daño e impactan más que los que actúan de forma correcta. Tal vez por esa voracidad impuesta en los últimos tiempos, por esa necesidad de colonizar el mundo animados por las bonanzas de la globalización y de los suculentos bonos que se recibían en el camino, se ha ido perdiendo la mesura y la importancia de la sostenibilidad en el mundo de los negocios. Y en este tema las escuelas de negocios tienen mucho por hacer.