Mejor esperar
Cuál es la prisa? La cuestión anual de si Vivendi venderá su participación del 20% en NBC Universal parece estar generando más excitación este año. Pero a no ser que el conglomerado francés de telecomunicaciones y medios esté planeando pronto un mayor movimiento estratégico, cuesta ver por qué Vivendi debería aprovechar la oportunidad que tiene en noviembre de despojarse de su participación en el grupo de cine y televisión estadounidense.
El rumor puede tener mucho que ver con la situación desesperada en la que se encuentra la matriz de NBC, General Electric. Esto podría hacer más dura incluso la decisión de GE sobre si debe comprar la participación de Vivendi. Pero desde la perspectiva de la compañía francesa, las razones para vender este año no son más convincentes que antes.
Vivendi no vendió en 2007 porque contaba con la emisión por parte de la NBC de los Juegos Olímpicos de 2008 para pagar dividendos. Esta expectación se demostró decepcionante. Un año más tarde, después del crash del mundo de las finanzas, cualquier venta en cualquier industria parecería fuera de cuestión.
La participación de NBC podría aportar entre 4.000 y 5.000 millones de dólares, según los analistas. Si tenemos en cuenta el valor medio, esta cantidad podría reducir la deuda de Vivendi en alrededor de 3.000 millones de euros tras su acuerdo para comprar un operador móvil brasileño por 2.000 millones de euros.
Pero con un ratio de deuda sobre Ebitda en torno a 1, Vivendi puede permitirse apalancarse más. Incluso, puede querer acumular dinero para futuros proyectos. Ha querido desde hace mucho comprar la parte de los minoritarios en su filial de televisión de pago Canal Plus y en su compañía de móviles norteafricana Maroc Télécom. Esto podría ser el verdadero motor para una venta de NBC, junto con una ambición para reducir el descuento tradicional del conglomerado Vivendi.
Pero si vende la participación a GE, a otro comprador o a una firma de capital riesgo, o se deshace de ella en una oferta pública de acciones, Vivendi todavía tendrá que enfrentarse a la misma cuestión. Considerando el estado de la industria de los medios, agobiados con la recesión y los retos tecnológicos, ¿es este noviembre el momento oportuno para lograr el mejor precio? A no ser que tenga una urgente necesidad para hacerlo, esperar otro año podría tener sentido.
P. Briançon / Una Galani