Los ministros europeos de Finanzas prepararán postura común ante la reunión del G-20
Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europa (UE) intentarán mañana adoptar una estrategia común de cara a las próximas citas del Grupo de los Veinte (G-20), en las que se repasarán la aplicación y el efecto de las medidas de salida de la crisis.
La regulación de la remuneración de los directivos será uno de los puntos cruciales de la discusión, a la que asistirá también el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, y que estará precedida por una sesión previa de los ministros de la zona euro.
Además, el apoyo a las estrategias de salida de la crisis económica (especialmente el control de las finanzas públicas) será otro de los puntos que tratarán los europeos de cara a la reunión de ministros de Finanzas de los países más desarrollados y emergentes del G20, que tendrá lugar el viernes y sábado próximos en Londres.
A su vez, esa cita preparará la cumbre de líderes del G20 que se desarrollará los días 24 y 25 en Pittsburgh (Pensilvania, EE UU). El objetivo principal de esa cumbre será evaluar el progreso en la puesta en marcha de los compromisos hechos en la reunión de líderes que tuvo lugar el 2 de abril en Londres, especialmente sobre la reforma de la regulación de los mercados financieros.
Además, se discutirá la situación macroeconómica y el futuro modelo de crecimiento mundial a la luz de los orígenes y consecuencias de la crisis financiera y económica, indicó la Comisión Europea (CE) en un documento.
La puesta en marcha de una regulación prudente, la política de remuneración de directivos y los estándares de contabilidad serán los principales puntos de la reforma financiera de la cumbre del G20.
La remuneración de directivos se ha convertido en uno de los elementos clave de cara a esta serie de reuniones, en las que la UE va a promover una mayor regulación de los mecanismos de compensación a los ejecutivos.
En los últimos días, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, Gordon Brown, han insistido en regular las políticas de remuneración de los directivos de grandes empresas, especialmente bancos, para evitar que se fomente el tomar decisiones poco prudentes.
Merkel dijo hoy en unas declaraciones a una emisora radiofónica de su país que se plantea la posibilidad de imponer límites legales a la remuneración de directivos de empresas, ante todo en lo que se refiere a los finiquitos en consorcios y compañías con problemas económicos.
La CE ya presentó una propuesta en julio pasado para que en el conjunto de la UE se controlen estas remuneraciones de forma que no se compense la adopción de riesgos excesivos e innecesarios.