Barack Obama encarecerá las tasas que la gran banca paga para sufragar la supervisión
Quien da más trabajo debe pagar más. Esa es la filosofía que subyace en la decisión adoptada por la Administración que encabeza Barack Obama de incrementar las tasas que pagan las grandes instituciones financieras para sufragar las labores de supervisión en EE UU. La medida, divulgada el viernes por The Washington Post, forma parte de un rosario de cambios regulatorios en el área financiera que ultima Washington.
La oposición republicana así como algunos reguladores de ámbito federal que no desean perder poder se oponen a los planes, que incluyen la creación de una agencia que vele por los derechos de los consumidores. Los representantes de las grandes firmas de Wall Street argumentan que, en última instancia, las cargas que reciban serán repercutidas a sus clientes.
Actualmente, las entidades desembolsan distintas tarifas según estén supervisadas por una autoridad federal o una estatal. El nuevo plan encarecerá los cargos a los bancos con más de 10.000 millones de dólares (7.000 millones de euros) en activos. Los restantes podrían ver disminuidas las tarifas. Por eso, algunas entidades den la bienvenida a la propuesta.
Un alto funcionario del Tesoro afirmaba al rotativo que "se basa en los riesgos y costes de la supervisión. Las firmas de mayor tamaño demandan más control, abarcan más consumidores y venden productos más complejos"