Deducciones y precio de las casas
El crecimiento que ha aportado la construcción residencial y las actividades inmobiliarias desarrolladas con exuberancia a su alrededor ha sido determinante para mantener un ciclo de catorce años de avance ininterrumpido del PIB y del empleo. Pero el daño generado en las finanzas familiares con un endeudamiento desmedido que atenaza el consumo y la inversión del futuro, en el tejido productivo con la absorción de recursos financieros, y en las generaciones futuras por los niveles de precios alcanzados por los inmuebles, tardará años en absorberse.
Hoy una familia necesita 6,8 años de renta para financiar la compra de su casa, cuando hace una década, antes de iniciarse este alocado boom, sólo precisaba de 3,6 años de trabajo. Además, medido en esfuerzo puntual, los españoles precisan del 31% de su renta disponible para financiar el crédito hipotecario, siempre que se computen las deducciones fiscales; hace diez años sólo destinaban a tal fin el 20% de la renta. Las deducciones fiscales sin límite temporal han sido un atractivo determinante de este comportamiento de la demanda. El nuevo modelo de economía sostenible que quiere el Gobierno debe corregir la situación y dirigir la inversión a actividades con más recorrido productivo. Los ladrillos apilados en forma de muro sólo dan sombra.
