BSkyB, a prueba de recesiones
BSkyB parece estar hecha a prueba de recesiones. La operadora de televisión de pago continúa desafiando a los escépticos y a la economía. Aseguraban que cuando menguasen los presupuestos los británicos preferirían pagar el coste de BSkyB que gastarse el mismo montante en los cines. Y parecen haber acertado. Sky está atrayendo y reteniendo clientes como no lo habían hecho en cinco años.
A diferencia de sus rivales, Sky está consiguiendo dar en la diana en varios de los ambiciosos objetivos que se había marcado. Para empezar, la rentabilidad de la banda ancha ya está en el horizonte. Sky entró de lleno en el competitivo mercado de la televisión por internet ofreciendo a sus clientes banda ancha gratuita. Entonces pocos creían las estimaciones de la compañía, que situaba su umbral de rentabilidad en 2010. Pero las pérdidas de la unidad en el último trimestre fueron de 22 millones de libras, las más bajas desde su lanzamiento. La operadora está ahora en camino de beneficios en dos años.
Luego está la televisión de alta resolución. Su encanto debería impulsar el número de suscritos a Sky hasta los 10 millones durante 2010. Una vez más, un objetivo que nadie se tomó en serio hace dos años cuando lo anunció James Murdoch, el presidente no ejecutivo de la compañía. Ahora mismo tienen 9,43 millones de clientes.
Un recorte del 70% en el coste de la gama más cara de alta definición a principios de año ha mejorado las ventas, particularmente la de los paquetes Sky+ y Sky HD. Desde entonces, el 90% de los 432.000 nuevos clientes compró uno de ellos.
Puede que los contenidos sean clave, pero la innovación es el secreto del éxito de Sky. Aunque lucha constantemente por ofrecer programación de calidad, la verdadera ventaja de la operadora viene de que ha encontrado nuevas formas de ofrecer de manera conjunta banda ancha, telefonía y televisión. La oferta de alta definición estará ligada el año que viene a la banda ancha.
La innovación incesante ayuda a explicar por qué son pocos los inversores preocupados en la regulación adversa. El regulador de los medios británicos está intentando reducir la posición dominante de Sky al forzarla a vender a sus rivales sus canales de deportes y películas al por mayor a precios regulados. Sky sostiene que no debería subsidiar a rivales que son menos eficientes y apuesta por decidir la cuestión en los tribunales. Pero incluso si pierde esta batalla, la disposición de Sky de apostar alto debería mantenerla aún por encima del resto.
Por Una Galani