ETA intenta una matanza en Burgos y provoca 65 heridos
Cerca de 120 personas dormían en la madrugada de ayer en la casa cuartel que la Guardia Civil tiene en Burgos cuando ETA hizo estallar alrededor de 200 kilos de explosivo en busca de una matanza. La suerte hizo que sólo resultaran heridas leves 65 personas y no se produjera ninguna víctima mortal.
ETA colocó una furgoneta bomba junto a la casa cuartel y la hizo explotar sin aviso previo. La explosión provocó 65 heridos leves y cuantiosos daños materiales tanto en el edificio donde viven los guardias civiles y sus familiares como en las fincas colindantes. Los destrozos causados por el explosivo han sido tan importantes que alrededor de dos centenares de vecinos tuvieron que ser realojados en instalaciones provisionales. La mayoría de ellos pudieron volver a sus domicilios por la tarde.
La fortuna y el hecho de que la casa cuartel se encontrara a mitad de ocupación como consecuencia de las vacaciones estivales evitaron víctimas mortales. Las autoridades del Ministerio del Interior confirmaron que ETA buscaba una matanza después de analizar las circunstancias del atentado y la cantidad de explosivo empleado en el mismo.
"Los demócratas españoles sabemos que nos enfrentamos a una banda de asesinos, pero hoy, además, sabemos que son asesinos salvajes y enloquecidos, lo que les hace más peligrosos pero no más fuertes", señaló el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. El ministro informó que la furgoneta bomba tenía matrícula de Burgos y que había sido falsificada en España, aunque considera probable que el vehículo fuera robado en Francia. Fue colocado con la intención de hacer el mayor daño posible, pues estaba aparcado en la parte de atrás del cuartel, donde dormían los agentes y sus familias.
La Policía tenía la sospecha de que ETA iba a atentar mediante el procedimiento de coche bomba coincidiendo con el cincuenta aniversario de su fundación como organización terrorista. Sin embargo, las medidas de prevención fallaron en esta casa cuartel, a pesar de que esta instalación era un objetivo de la banda terrorista desde hace años, como lo demuestran algunos documentos intervenidos a ETA en sucesivas operaciones policiales.
Después de la desarticulación del comando Vizcaya, hace ahora un año, se volvió a tener la convicción de que ETA había reunido abundante información sobre esta casa cuartel.
Este es el segundo atentado de la banda con coche bomba en lo que va de mes. El pasado 9 de julio, ETA atacó con explosivos la sede que el Partido Socialista vasco tiene en la localidad vizcaína de Durango, donde tampoco causó víctimas mortales. El pasado 19 de junio, la organización terrorista acabó con la vida del policía Eduardo Puelles en el municipio vizcaíno de Arrigorriaga, donde falleció como consecuencia de una bomba lapa.
