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Directrices comunitarias

La CE impondrá el cierre o la venta de las entidades inviables

La Comisión Europea advirtió ayer que las entidades financieras rescatadas con dinero público, pero inviables a largo plazo deberán cerrar o ser absorbidas por otras. Bruselas verificará la viabilidad basándose en un test de resistencia de cada grupo socorrido por el Estado.

La advertencia la lanzó el director general de Competencia, Philip Lowe, durante la presentación de las nuevas directrices comunitarias sobre las ayudas de Estado a la reestructuración del sector bancario. Según ese documento, y tal y como adelantó CincoDías el pasado 10 de julio, a partir de ahora Bruselas supeditará la autorización de subsidios públicos a la realización de una prueba de esfuerzo o test de estrés de las entidades beneficiarias de los fondos.

Lowe, número dos de la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, dejó claro que la consecuencia para los bancos o cajas que no superen esa prueba debe ser la venta de una gran parte de sus activos o la salida definitiva del mercado.

"Es cierto", reconoció el director general, "que el concepto del cierre total de un banco no se contempla muy a menudo. Pero creemos que a largo plazo tendrá que tolerarse más porque, de otro modo, acabaremos en una permanente situación de apoyo público implícito para cualquier firma".

Lowe añadió que la CE puede imponer esa salida del mercado si el plan de reestructuración de la entidad no demuestra la viabilidad a largo plazo.

La verificación se hará caso por caso en los próximos meses. La prueba de estrés deberá demostrar que, en un plazo de tres a cinco años, la entidad en cuestión es capaz de sobrevivir sin ayudas públicas incluso en el peor de los escenarios.

El departamento de Competencia hubiera preferido un periodo de sólo tres años, pero en el forcejeo en el seno de la Comisión, se han añadido dos años más para no forzar a los grupos a acometer la reestructuración en las actuales condiciones del mercado.

30 rescates en el punto de mira

Las directrices publicadas ayer por la Comisión Europea ya tienen 30 potenciales "clientes" entre los bancos europeos que desde el comienzo de la crisis sobreviven gracias a las ayudas de sus respectivos Estados. En ese listado, las primeras entidades que podrían sufrir el aparente endurecimiento de la Comisión Europea serán las británicas, con Northern Rock a la cabeza, seguida de Royal Bank of Scotland y Lloyds Banking Group. El director general de Competencia, Philip Lowe, señaló ayer que 13 o 14 bancos europeos presentarán próximamente en Bruselas su plan de reestructuración que, deberá llegar acompañado de un test de estrés. Lowe recordó que, con arreglo a las normas sobre ayudas de Estado, Bruselas dispone de poderes suficientes para exigir a los bancos esa información, aunque se mostró contrario a publicar los resultados de las pruebas.El director general también indicó que siguen los contactos con el Gobierno español para verificar la legalidad del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), plan que parece coincidir con las directrices aprobadas ayer.

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