La debacle del mercado se ceba en las matriculaciones de coches de lujo
Los automóviles de lujo no se benefician de la moderada mejoría del mercado. La venta de coches y todoterrenos con un precio superior a los 50.000 euros cayó alrededor de un 40% en los seis primeros meses del ejercicio. El cambio de la fiscalidad, la demonización de estos coches entre la población y el cambio de gustos entre los compradores son los principales motivos de la caída.
La crisis afecta al mercado de lujo de la misma forma que a los demás". Es la opinión del vicepresidente de Lexus en Europa, Andy Pfeiffenberger, formulada durante el pasado Salón Internacional de Ginebra. Los datos muestran que el directivo estadounidense tiene razón. Las ventas en el segmento más alto (es decir, con un precio superior a los 50.000 euros) registró un descenso de alrededor del 40% en el primer semestre del ejercicio, según los datos del Instituto de Estudios de Automoción facilitados por la patronal de los vendedores, Ganvam, y la de los fabricantes, Anfac.
Los potenciales compradores de este tipo de vehículos suelen estar más a salvo de los vaivenes económicos. Sin embargo, esto no ha impedido que las ventas se hayan visto afectadas por la crisis. El presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, explica que el mal comportamiento se debe "a un cúmulo de pequeños factores".
En primer lugar está la crisis económica general, que ha dificultado el acceso a los créditos de la población. Pero además ha influido la variación en la fiscalidad del automóvil introducida en enero de 2008, que penaliza a los vehículos más potentes y contaminantes. Asimismo, se ha producido un cierto cambio de tendencia entre la población hacia los automóviles de menor tamaño.
Es más, según el directivo, los coches caros, de mayores tamaño y potencia, están sufriendo una "cierta demonización" entre la población. Inapropiado Pfeiffenberger va en la misma dirección. "El problema no está en que no se puedan permitir la adquisición del coche, sino que pueden no considerarlo apropiado dadas las circunstancias que rodean al posible comprador".
Así las cosas, en lo que va de año aún no se han vendido automóviles de gran lujo como Rolls-Royce (del grupo BMW) yMaybach (de Daimler). Bentley (filial de Volkswagen) ha reducido a casi la mitad su negocio. Sánchez Torres estima que el comportamiento futuro de las matriculaciones de automóviles de lujo dependerá de "la evolución macroeconómica" y de si "podemos salir de la crisis de una forma razonable".
Algo más optimistas se mostraron ayer las divisiones de Audi y Lamborghini, filiales ambas del grupo Volkswagen, que anticipan que las ventas de este segmento comenzarán a recuperarse el próximo año de la mayor caída de las ventas desde el final de la Segunda Guerra Mundial, informa Bloomberg. "Los mercados globales comenzarán a mejorar este año", aseguró Axel Strotbek, el responsable financiero de Audi en una entrevista.
La marca de los cuatro aros incrementó sus ventas un 4,1% en 2008 en lo que se convirtió en su 13 récord consecutivo. No obstante, este año las perspectivas son diferentes, ya que la marca cuenta con un descenso del 10%. El pasadomes, Audi comunicó que sus ventas mejoraron por primera vez en lo que va de ejercicio, lo que le ha llevado a pronosticar un "ligero incremento" para 2010. El fabricante de deportivos de gran lujo Lamborghini también ve "algunos signos de recuperación" en ciertosmercados, aunque, sobre todo, en China .
Las ventas mundiales de Mercedes Benz, por su parte, mejoraron en junio, con una caída del 6,7% en el mes y también cuenta con una reactivación de las matriculaciones el año próximo. Su gran rival, BMW, va más lejos y tiene previsto aumentar su producción en los próximos seis meses, a raíz de los signos de recuperación del mercado que está registrando la compañía, según señaló la pasada semana su responsable de ventas, Ian Robertson.
El también miembro del comité de dirección de la empresa explicó que su compañía ha visto "signos de recuperación" en el mercado. "Veremos un aumento de la producción en los próximos seis meses", añadió Robertson.