Las cajas creen que los 'megabancos' ponen en peligro la estabilidad financiera
El presidente de la Confederación de las Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, cree que la existencia de bancos "demasiado grandes" supone un problema adicional para la estabilidad del sistema financiero. Miguel Martín, el presidente de la patronal bancaria le ha contestado: "Los bancos españoles en relación con los 'megabancos' internacionales son pequeñitos y transparentes".
El presidente de la Confederación de las Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, aseguró que la existencia de bancos "demasiado grandes" es un problema adicional para la estabilidad del sistema financiero, por lo que deben ser considerados en el marco de la regulación, con la exigencia de un plan de contingencia completo sobre cómo desmantelarlas en caso de ser necesario. En este plan se "desvelarían todas las trampas ocultas que es necesario deshilvanar", recalcó.
Al término de su discurso durante la segunda jornada del IX Encuentro Financiero Internacional organizado por Caja Madrid, Quintás dejó entrever que en España existen "megabancos", a los que se refirió como aquellos con un tamaño extremadamente elevado en relación con el país donde tienen su sede social, o por la complejidad de su estructura o diversidad geográfica, pero no hay megacajas.
"Si se produjera una concentración de todas las cajas en una sola, tendríamos una megacaja", bromeó el presidente de la patronal, quien, sin embargo, consideró que "no es difícil saber cuáles son los megabancos en el mundo, es coger cualquier lista y se sabe".
Minutos antes se había mostrado partidario de incentivos para reducir el tamaño de las entidades, tanto en términos absolutos como de cuota de mercado, tras aseverar que la crisis ha puesto también de manifiesto que la frase de 'un banco demasiado grande para caer' es un tópico en la literatura financiera.
Por otro lado Quintás dijo hoy que "necesitamos imperiosamente un cambio radical" en la regulación para que los mercados puedan volver a realizar sus funciones habituales, que son asignar los recursos y distribuir los riesgos.
La reforma regulatoria debería incluir, según Quintás, requerimientos de capital y de liquidez superiores para reducir la necesidad de asistencia estatal en caso de crisis, a imagen de las provisiones obligatorias establecidas por el Banco de España con el fin de revertir los ciclos y promover el crédito en momentos de crisis y contraerlo en los de expansión.
Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, sostuvo hoy que en España no hay 'megabancos' organizados de forma compleja con el objetivo de sortear la regulación financiera en su propio beneficio. "Ninguno de los bancos españoles tienen una complejidad dirigida al arbitraje regulatorio para sacar ventaja", dijo, en alusión directa a Santander y BBVA.
Martín hizo estas declaraciones al término de su intervención, al ser preguntado sobre si los bancos que presiden Emilio Botín y Francisco González, respectivamente, deberían contar con un plan de contingencia para su liquidación en caso de que fuera necesario, tal y como defienden algunos organismos internacionales de cara a la futura regulación financiera.
"Los bancos españoles en relación con los 'megabancos' internacionales son todavía pequeñitos, pero son transparentes, no complejos. El problema no es el tamaño, es la complejidad, y si va dirigida al arbitraje regulatorio", explicó Martín, después de que el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, no descartase la existencia de estos bancos en España al ser preguntado al respecto.
Durante su discurso, Martín apostó por establecer mecanismos legales que permitan que "el regulador se haga cargo" de una entidad demasiado grande o compleja "para su adecuada resolución" con el menor coste público posible en caso de que su caída pueda suponer un peligro de riesgo sistémico o de arrastre para el conjunto del sistema financiero.
"Si son demasiado grandes para quebrar, son demasiado grandes para existir", apuntó Martín, en línea con lo expresado por el Banco de Inglaterra. Así, recalcó que estas entidades de gran peso son "muy complejas para ser supervisadas o incluso gestionadas", lo que dificulta que sean salvadas por sus respectivos estados nacionales.
En este sentido, recalcó que "el punto capital" no es el tamaño sino la complejidad, porque estas entidades son "a veces diseñadas conscientemente con fines de arbitraje regulatorio y elusión fiscal".
El presidente de la AEB recalcó que los bancos españoles tienen un modelo de negocio sano y prudente, "que no se ha caído" pese a los problemas derivados de la crisis financiera internacional, y que cuando venga el nuevo marco regulatorio, "tendrán que adaptarse mucho menos" que otras entidades porque "ya estarán adaptados".
Por esa razón, el reto al que se enfrenta la banca española no es tanto cuál será el escenario regulatorio que se abra en el futuro, sino el esquema competitivo que surja tras los programas de rescate articulados por los gobiernos de todo el mundo. "Debemos mirar cuál será el marco competitivo en Europa y en España", dijo Martín.