Rusia y China defenderán una nueva moneda global en el G-8
Rusia, China y Brasil defenderán, en la cumbre del G-8 que empieza hoy en Italia, la necesidad de adoptar una nueva moneda de reserva global como alternativa al dólar. Sin embargo, Alemania, Francia y Canadá defienden que la discusión monetaria no figura entre las prioridades de la cumbre.
La cumbre del G-8, que aglutina a los ocho países más industrializados del mundo (Alemania, Estados Unidos, Canadá, Rusia, Japón, Francia, Reino Unido e Italia), se centrará en la búsqueda de mecanismos para salir de la crisis. Sin embargo, China, Rusia y Brasil presionarán para introducir en la agenda el debate sobre la necesidad de adoptar una nueva divisa que, según su visión, pueda ofrecer mayor estabilidad que el viejo dólar.
Los integrantes del G-8 -con la única excepción de Rusia- consideran que el momento no es el oportuno para tratar este tema y, todo apunta, que quedará fuera de los documentos de la reunión.
Italia, anfitriona de la cumbre que empieza hoy y se alargará tres días, ha invitado a participar en el debate al llamado G-5 -Rusia, Brasil, China, India y Sudáfrica- y a otros catorce países, entre ellos, España, que ya acudió a la última cumbre celebrada en Londres.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, asegura que su país quiere explorar "la posibilidad de nuevas relaciones comerciales que no dependan del dólar", informa Reuters.
China -que tiene en dólares hasta el 70% de sus reservas internacionales- subraya que la moneda estadounidense todavía es la divisa de reserva más importante, aunque sostiene que la extrema dependencia del dólar ha agudizado la crisis financiera. En cualquier caso, el ministro de Finanzas de Alemania, Peer Steinbrueck, aseguró que el dólar seguirá siendo la moneda de reserva global. Sin embargo, auguró que el yuan chino y el euro cobrarán cada vez más importancia en el panorama internacional.
La cumbre del G-8, que servirá nuevamente para que los Estados alerten sobre los peligros del proteccionismo, abordará también los riesgos ligados al cambio climático y el problema del hambre. Se prevé que los países alcancen un acuerdo para destinar 12.000 millones de dólares (8.600 millones de euros) al desarrollo agrícola en el plazo de tres años.
La cumbre de L'Aquila marca el final del tradicional G-8
La cumbre del G-8 que arranca hoy en L'Aquila marca el fin, al menos temporalmente, de la composición tradicional de ese foro. A las siete economías más industrializadas del planeta y Rusia se unirá en esta ocasión los componentes del G-5 (China, India, Brasil, México y Sudáfrica), así como varios países africanos y socios del llamado G-20 financiero, entre otros, España. Algunos miembros del G-8, entre los que se señala a Reino Unido y Francia, quieren que esta ampliación se convierta en definitiva, a lo cual parecen resistirse Washington y Tokio. Otros apuntan a un término medio, con el G-20 como foro principal y el G-8 como motor en ciertas áreas, informa B. de Miguel.