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Tribuna
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El consumidor se sabe el rey del mercado

Lo que se está produciendo es un fenómeno tan importante, tan difícil, y sobre todo tan nuevo entre nosotros, que no basta reunir las luces y los principios económicos para su arreglo.

Las ganancias industriales hay que ir a buscarlas a países emergentes donde los costes son mínimos y los derechos sociales inexistentes, y sobre las ganancias mercantiles operan docenas de actores que quieren obtener beneficios, en muchas ocasiones no librados en la aplicación y el trabajo. Así, han de enriquecer al erario, a los distribuidores, a las entidades financieras, etcétera. En fin, muchos operadores que obran en contra del consumidor, lo desalientan y lo arruinan.

Finalmente, la concurrencia de un cúmulo de circunstancias desfavorables descubren al consumidor el apuro en el que se halla, fundamentalmente la crisis financiera y el desempleo, y despertando en un instante la desconfianza, decide que, aun con dificultad, sólo va a proveerse de las cosas necesarias al uso de la vida, aunque un segundo antes pensó en correr en tropel a salvar su capital, lo que hubiera originado acabar de un golpe con el sistema financiero.

Pero decide más cosas. Toma conciencia de su importancia en el mercado y de que sin su concurrencia activa no funciona. Toma conciencia de que nada era bastante ganancia para cebo de la codicia de sus antagonistas en el mercado, y de que la ganancia obtenida por aquellos en los buenos tiempos no sujetaba una situación crítica, el dinero parecía haberse volatilizado; los bancos no funcionaban si no recobraban sus créditos inmediatamente, las prestaciones sociales que garantizaba el Estado en situaciones de contingencia estaban en peligro.

La portentosa alteración que se produjo creó un consumidor consciente, informado, solidario, al que ya no le seduce la publicidad ni le afectan las técnicas de la mercadotecnia; no se le pueden espiar sus gustos ni sus caprichos, ya no permite la introducción de nuevas necesidades ni de nuevas modas. Se sabe el rey del mercado. Y sin estructurarse en organizaciones formales utiliza las herramientas que le proporcionan las nuevas tecnologías y reúne y fija con otros sus recíprocos intereses por la común utilidad.

Emilio González. Socio director de Portaldemanda

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