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Tribuna
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Revolución SEPA

En los últimos meses se está hablando mucho de la SEPA, pero ¿qué es exactamente? ¿Qué efectos tendrá la implantación de sus productos en el mercado europeo? ¿Y en el sector de bancaseguros?

Las siglas SEPA corresponden a los términos en inglés Single Euro Payment Area, zona única de pago en euros. Y alguno podría preguntarse, ¿no estamos ya en una zona única de pagos en euros? Lo cierto es que así es, aunque no en todos los sentidos. Hasta ahora un individuo de cualquier país de la zona euro podía viajar a otro país de la misma zona, y pagar sin ningún tipo de recargo. Sin embargo, cuando se trata de transferencias y domiciliaciones realizadas de un país con la moneda común a otro país con la misma moneda no es así, ya que se deben abonar gastos adicionales. El otro medio de pago que se verá influido por la nueva situación serán las tarjetas, ya que se podrá pagar con ellas en toda la nueva zona, independientemente de que sean de crédito o débito.

Según el BCE, "SEPA será una zona en donde los consumidores, las empresas y otros agente económicos podrán realizar y recibir pagos en euros dentro, o más allá, de las fronteras nacionales, en virtud de las mismas condiciones básicas, los mismos derechos y de idénticas obligaciones con independencia de su ubicación". Esto supone una unificación en todos los sentidos de las transacciones bancarias, tanto para empresas transfronterizas como para los bancos o los consumidores de a pie. Se trata por tanto de acabar con las barreras jurídicas, comerciales y técnicas existentes hasta el momento, con lo que se pretende estimular la competencia entre empresas, abriendo el mercado a nuevos proveedores, servicios y clientes que, hasta el momento, no se habían animado a internacionalizar sus negocios.

Al mismo tiempo, la SEPA tiene como objetivo garantizar la transparencia de las operaciones mediante sistemas estandarizados de información. Esto supone una necesaria adaptación de sistemas operativos, TI, estrategias comerciales, financieras y de marketing a los nuevos requisitos.

En el sector bancaseguros la repercusión de estas medidas es aún difícil de predecir, aunque las estimaciones tienden a presentar tanto riesgos como ventajas. Aunque algo que a todos parece agradar es que, gracias a la nueva normativa, las domiciliaciones bancarias en cualquiera de los países de la zona SEPA no supondrán ningún coste para los usuarios, empresas o particulares.

Otra cuestión de gran trascendencia es la migración del parque de tarjetas al estándar EMV, que consiste en una nueva generación de tarjetas con chip informático, con lo que se busca proporcionar a los usuarios una mayor seguridad en los pagos. Sin embargo, en España aún estamos lejos de cumplir el objetivo marcado para 2010.

Aún queda un largo camino por recorrer. Sin embargo, el nuevo reglamento supondrá un antes y un después en nuestra forma de concebir las operaciones internacionales tanto empresariales como privadas.

Marta Fernández Sánchez-Oro. Responsable de Comunicación de CPP

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