Ojos artificiales para viajar seguro
La visibilidad es un factor decisivo para lograr una buena seguridad al volante. Con el fin de apoyar al conductor y potenciar su capacidad de visión, los ingenieros han desarrollado una amplia oferta de sistemas que funcionan, en cierto modo, como ojos artificiales adicionales. Esto es evidente sobre todo en los sistemas de visión nocturna con infrarrojos que comercializan algunas marcas de lujo.
Bastantes coches de alta gama ofrecen como opción sistemas de aviso de obstáculo en el ángulo muerto. Cuando hay un vehículo en ese punto, una luz a la altura del retrovisor avisa al conductor de su presencia. También mejoran la seguridad las pequeñas cámaras en el frontal, orientadas hacia los lados y conectadas a una pantalla en el interior, para ver en las intersecciones. Más caros y avanzados son los radares que miden la distancia con el coche precedente, y que permite regular la separación mínima con el vehículo que rueda por delante y que incluso puede frenar el vehículo automáticamente.
Lo último en visión artificial lo ha estrenado Mercedes. La nueva Clase E puede llevar como opción un mecanismo que reconoce las señales de velocidad y lo indica en el display central, así como luces largas que cambian automáticamente cuando se cruza con otro coche, y que son de gran ayuda y enormemente cómodas en conducción nocturna por carretera.