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Regulación

EE UU busca controlar los 592 billones del mercado de derivados

Hace nueve años, EE UU decidió dejar sin regular un mercado que no dejaba de crecer, el de los derivados. Hoy, con una crisis histórica de por medio, dos agencias, la SEC y la Comisión del Mercado de Futuros, quieren poner puertas en este campo.

La SEC, el regulador de los mercados, se perfilaba hasta hace semanas como uno de los previsiblemente perdedores de la reforma de la regulación financiera. Sus múltiples fallos en los años previos a la crisis actual y la incapacidad para ver el caso de fraude de Bernard Madoff anticipaban una rebaja de atribuciones y competencias. Los augurios están equivocados.

Si bien el proyecto de reforma retira algunos poderes en lo que se refiere a la protección de consumidores, la SEC puede tener, junto con la CFTC, la Comisión del Mercado de Futuros el poder para regular, sin obstáculos, el mercado de los derivados estandarizados over the counter (OTC), es decir uno de lo agujeros negros más importantes que ha descubierto esta crisis. Así lo reclamó el lunes ante la comisión del Senado que está estudiando este aspecto de la reforma Mary Schapiro, responsable de la SEC y su homólogo en el CFTC, Gary Gensler.

Schapiro quiere ser la responsable de supervisar e imponer las normas en el mercado de derivados de acciones y Credit Default Swaps (CDS) mientras que Gensler ejercería ese mismo poder sobre productos relacionados con los tipos de interés y las materias primas. Con ello se cambiarían radicalmente las reglas del juego de un mercado de 592 billones de dólares (420 billones de euros).

La reforma propuesta por Obama aún tiene muchas cuestiones que resolver pero esencialmente pide que los contratos de derivados estandarizados OTC (un concepto por definir) se garanticen en cámaras de compensaciones. Hasta ahora estos contratos prácticamente se cierran por teléfono y es casi imposible hacer un seguimiento por eso el Gobierno quiere que se ejecuten en mercados "u otras instancias en las que haya transparencia".

Con estas pautas la SEC y el CFTC han defendido su capacidad para ser los que decidan cuales son los requisitos de capital, márgenes y límites. La clave es que la situación creada con los CDS en AIG, una aseguradora en la que se ha intervenido con más de 180.000 millones de dólares, no se repita.

El debate sobre estos productos va a ser muy controvertido. El senador demócrata Tom Harkin no ve motivo para dejar fuera de la supervisión a los derivados no estandarizados y quiere una Bolsa regulada para todos.

Y hay quien tiene recetas más extremas. Christopher Wahlen, director del Institutional Risk Analytics dijo que directamente habría que prohibir los derivados y acusó a los políticos de mantener una relación muy cercana con JPMorgan y otros bancos claves en este mercado.

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