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EE UU

Washington niega a California el socorro fiscal para aliviar su crisis

El Gobierno de EE UU rechaza toda ayuda fiscal a California, un estado que es por sí solo la octava economía del mundo. Las autoridades prevén que dentro de cinco semanas no pueda pagar sus facturas.

La semana pasada fue mala para California. El encargado del Tesoro de este estado, Bill Lockyer, pidió hace algo más de un mes a Washington que ayudara a algunos municipios que tienen el agua al cuello como es el caso de muchos de California. La respuesta llegó por boca de Robert Gibbs, portavoz de la Casa Blanca, admitiendo que los problemas de este estado es algo que "van a tener que resolver los propios californianos". El estado federal no va a echar una mano a un estado que sería solo el primero en la lista de los que tendría que asistir.

En la misma semana S&P y Moody's pusieron en la lista de vigilancia negativa el rating de una economía que es, por si misma, la octava del mundo. El rating de California es ya el más bajo de todos los estados. ¿El motivo? Un déficit de 24.000 millones de dólares- más del 20% de los fondos generales que alimentan el presupuesto- y la previsión de que la situación solo pueda empeorar dada la situación económica de un estado que el año pasado tenía un 6,8% de paro y ahora un 11,5% (la media nacional es del 9,4%). Las autoridades han advertido que el 28 de julio no habrá dinero para los gastos corrientes aunque habrá proveedores a los que no se les pague por sus servicios a partir del 1 de julio.

La solución no es fácil, y ese es otro motivo de desconfianzas para las agencias.

Arnold Schwarzenegger, el gobernador republicano, dijo que él no ha pedido ayuda a Washington, que eso es cosa del Tesoro. El jueves, en Fresno, explicó que aunque él es una persona religiosa reconoce que hay una oración que no será escuchada: "rogar porque nuestros ingresos vuelvan a crecer inmediatamente". En estas circunstancias, su propuesta, pasa por disminuir draconianamente el gasto dedicado, mayoritariamente a sanidad y educación. La asistencia social prácticamente desaparecería.

Los demócratas, llevarán al Parlamento esta semana una propuesta para recortar esos gastos, en menor cuantía que lo que propone el Gobernador, y subir impuestos a las petroleras y al tabaco para incrementar en 2.000 millones de dólares los ingresos.

Pero no llegarán muy lejos. Schwarzenegger dice que ya tuvo bastante con aprobar en febrero una subida de impuestos de 12.000 millones que reducían un déficit de 41.600 millones que luego volvió a crecer hasta los 24.000 en apenas semanas. El voto republicano será negativo.

Y el problema es que la constitución de California exige que los presupuestos los apruebe dos tercios del Parlamento, una mayoría que no controla ningún grupo. Es un requisito que nace de una iniciativa popular votada en 1978 y que también puso un tope a la recaudación de los impuestos de propiedad. Hoy, esa "Propuesta 13" y otras iniciativas populares que han ido aumentando el gasto mientras eliminaban fuentes de ingresos pasan una factura histórica a la soleada California.

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